Mucho han cambiado las cosas en los 30 años de vida de la Carrera Internacional de Canillejas, que se cumplen el 15 de noviembre. Un periplo en el que la prueba no sólo se ha convertido en un patrimonio social, sino en un espejo de los tiempos por el que han pasado medallistas olímpicos, campeones mundiales y, en sus pruebas de categorías inferiores, promesas del atletismo español. Un viaje cargado de anécdotas e historietas.

Quién le iba a decir a Carlos García Caro, ganador de aquella primera edición de 1980, que se disputó sobre 12 km y en la que hombres y mujeres competían por premios semejantes, que para el control de tiempos se emplearía un chip desde 1999. O que durante tres ediciones, entre 1994 y 1996, se acabaría en La Peineta. O que algún africano se hizo pasar por atleta... y desapareció sin correr.

García Caro tampoco podría imaginar que el poblado de Los Focos, aquel mercado de la droga de San Blas junto al que se pasaba, el mismo donde les robaron toda la megafonía en 1984, dejaría de existir. Y por robar, en el año 2000, a la Carrera de Canillejas le sustrajeron toda la bebida de los avituallamientos horas antes del pistoletazo de salida.

En 1983, la organización tuvo que multiplicarse ante la ausencia del dispositivo sanitario, que horas antes acudió al accidente de un Boeing 747 en Mejorada del Campo, que le costó la vida a 181 personas. Canillejas, la cita que reunió en 1986 a 10.000 niños, encumbró en 1990 a un campeón mundial de cross, el keniano Karori, que venció con unas zapatillas tres números más grandes prestadas por un aficionado. Pero la más sonada, tanto que protagonizó editoriales, fue la edición de 1984, cuando un espectador agredió el británico McLeod. Dan para mucho 30 años.

Críticas a las inscripciones

Canillejas es una fiesta del atletismo de la que se critica el alto coste de su inscripción para 2009, 17 euros para los adultos y 3 para los pequeños. "No nos queremos hacer ricos como nos acusan –se defiende José Cano, el alma máter–, la organización cada vez es más costosa y encima no tenemos ayudas ni de Comunidad ni, tras 29 años, de la Junta Municipal de Distrito". Cano, un granadino que llegó al barrio en 1956, lamenta "los intereses que han surgido en torno a las carreras" y su "aprovechamiento político". "¿Qué es una carrera y qué es una manifestación deportiva?", indica. El presupuesto de Canillejas ronda los 160.000 euros.