Javier Mariscal Puertas llegó a este mundo hace exactamente un año en medio de una gran polémica que ahora ya pocos discuten. Su nacimiento fue posible tras la aprobación, dos años antes, de la Ley de Reproducción Humana Asistida, en la cual se contempla la posibilidad de seleccionar genéticamente a un embrión sano y descartar los que no lo son en caso de que un hijo anterior tenga alguna enfermedad grave que pueda ser curada con dicha concepción.
Así, se convirtió en el primer bebé de España libre de una enfermedad hereditaria y compatible con su hermano. Javier nació con la esperanza de poder dar a su hermano Andrés, que tenía entonces 6 años y estaba afectado de beta-Talasemia major (una anemia congénita severa), una oportunidad para seguir con vida.
Y así fue, tras nacer Javier, un equipo médico del hospital público sevillano Virgen del Rocío trasplantó las células madres de la sangre de su cordón umbilical en la médula de Andrés.
Aunque desde entonces no se ha vuelto a producir ningún nacimiento de estas características, en poco tiempo podría producirse un nuevo caso. Se trataría de un hermano para Lucía, de tres años de edad y aquejada de una inmunodeficiencia severa. El proceso hasta el nacimiento de su hermano o hermana puede alargarse durante más de un año.
Ahora, con un añito recién cumplido y ajeno a todo lo pasado, Javier se divierte como cualquier niño normal de su edad, Andrés goza de una vitalidad increíble y sus padres disfrutan con ellos. Han vivido muchos años de sufrimientos en hospitales, con viajes y médicos. Pero, ahora, su calvario ha terminado.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios