Al menos 30 civiles, entre ellos diez niños, murieron este martes y 39 resultaron heridos por la explosión de una bomba al paso de un autobús en la provincia afgana de Kandahar, informó el Ministerio de Interior de Afganistán en un comunicado.

El vehículo de pasajeros había salido de Herat y tenía como destino la capital de Kandahar, de mismo nombre, detalla la nota.

El portavoz del gobernador provincial, Zelmai Ayoubi, había asegurado poco antes que 12 civiles perdieron la vida y 15 resultaron heridos en el ataque, que achacó a "los enemigos de Afganistán", término con el que las autoridades se refieren a la insurgencia talibán.

La explosión tuvo lugar en el distrito de Maiwand, fronterizo con la provincia de Helmand, región en la que, junto a Kandahar, la insurgencia tiene sus principales áreas de influencia y las fuerzas internacionales y afganas protagonizan frecuentes combates con los integristas.

Bajas militares y civiles

Una de las armas más utilizadas por los talibanes contra las tropas es la colocación de artefactos explosivos en las carreteras, un método que este año ha causado numerosas bajas militares y civiles.

Un reciente informe de la ONU señalaba que 1.500 civiles murieron a causa de la violencia en los ocho primeros meses de 2009 en Afganistán, el 68% de ellos en acciones atribuidas a la insurgencia, como ataques con bomba o atentados suicida.