Manuela Rosales Santana, una mujer canaria de 60 años le da gracias a Dios cada mañana por "poder continuar disfrutando de su familia". Hace un año, tras varios meses de fatigas y continuos vómitos, acudió al médico y le detectaron un cáncer en el colon. Desde entonces su vida se convirtió en un baile de análisis y biopsias hasta terminar en el quiróano. Pero lo peor estaba por llegar: "Me quitaron un trozo de colon sano y me dejaron el tumor".

Todo empezó así. "Ha salido todo perfecto. El cáncer no se había extendido a otros órganos del cuerpo y lo hemos eliminado sin problemas", cuenta la familia de Manuela que les dijo el cirujano que la intervino en hospital Insular de Gran Canaria. Impresión que el profesional también reflejó en su informe.

Contentos con los resultados Manuela regresó junto a su familia para recuperarse, pero nunca dejó de quejarse de los mismos dolores (fatiga y vómitos). «Le decíamos que eran más psicológicos que otra cosa», explicó a 20 Minutos su hija Anabel.

Tres meses más tarde, Manuela visitó a su oncólogo y éste, por las continuas quejas, decidió hacerle otra biopsia que reveló que seguía teniendo el mismo tumor. El cirujano le había quitado un trozo sano, según su oncólogo.

Acto seguido, Manuela tuvo que ser intervenida de nuevo. "Menos mal que no se había extendido porque podía haber muerto", cuenta Anabel.

Hasta el momento, Manuela sólo ha recibido una "pobre" explicación del doctor: "Yo me limito a palpar y si no veo nada corto donde pone el informe", cuenta la familia.

El Defensor del Paciente denunció el lunes el caso a la Fiscalía de Canarias. El organismo dice que ni el cirujano ni el resto de su equipo se molestó en mirar el tumor y por eso cortaron donde no era.

Este diario intentó sin éxito ponerse en contacto con el cirujano y el equipo que realizó la intervención.

33 quejas al día por negligencias

La Oficina Nacional del Defensor del Paciente recibió el año pasado 12.276 quejas de pacientes por posibles negligencias médicas en España. Son una media de más de 33 notificaciones diarias. Pese al elevado número, son 346 menos que en 2007. Ahora será un tribunal el encargado de ver si realmente hubo negligencia.