Los controvertidos Animalario se atreven con este inmortal personaje de Shakespeare

No es de los textos más representados del inglés, quizá porque no está entre ese glorioso grupo de rotundos e incuestionables clásicos. Evidentemente no es Hamlet, Otelo, Rey Lear, Macbeth, Romeo y Julieta ni Julio César, pero su calidad roza a este grupo de auténticas y reivindicadas obras maestras porque hay cosas que hacen de este Tito Andrónico una obra shakesperiana clave.

Su tratado sobre la violencia es simplemente aterrador. Su estudio sobre la traición, la venganza y el crimen es una auténtica lección crítica. Su extraño humor e ironía, a pesar de sucederse entre asesinatos, violaciones y humillaciones, es sorprendente. Su construcción dramática, compleja y poderosa se sucede entre clímax excesivos pero bien medidos. Por último, no se puede olvidar su extraña y rabiosa novedad formal y temática: sin duda podría ser un precursor del mejor relato gore actual, pues en él no cesan de aparecen mutilaciones, sangre a borbotones y excesos de vísceras. En este último punto, en el del horror, se la compara con la barbaridad de las Euménides de Esquilo. Por todo esto y porque es una historia que no esconde nada y que pasa por ser una de sus primeras obras, terminada con apenas 28 años, debería figurar entre sus más reconocibles textos.

Pero es innegable la tremenda dificultad que contiene Tito Andrónico, sobre todo para ser llevada a escena. Sus personajes nunca son lineales, siempre esconden su verdadera intención, hay demasiados emplazamientos escénicos, una trama difícil... De ahí que la apuesta de Animalario sea una (segura) proeza. A lo largo de los 14 años que atesoran se han atrevido con diversos montajes dominados por su compleja concepción escénica y dramatúrgica. El inmenso Marat-Sade, los controvertidos Hamelin y Alejandro y Ana, o los geniales Argelino y Urtain les han dado la relevancia y la presencia necesarias para acometer esta obra de Shakespeare. Un excesivo y fascinante viaje a la parte más oscura y cruel del poder y, sobre todo, del ser humano, con la marca de la casa de Animalario , donde el trabajo físico y actoral siempre brilla. Enric Benavent, Alfonso Begara, Fernando Cayo, Juan Ceacero, Elisabet Gelabert, Natalie Poza, Alberto San Juan... el gran evento teatral del verano, dirigido por Andrés Lima.

Tito Andrónico. Madrid / Matadero / 30 de julio a 30 agosto / teatroespanol.es /También Mérida, Almagro, Santander y Niebla