Provistos con escudos, palos de madera y gases lacrimógenos, así es como el Ejército de Honduras ha salido a la calle tras la destitución del Jefe del Estado Mayor, Romeo Vásquez, que se opuso a respaldar las intenciones del presidente Manuel Zelaya de convocar un referéndum para buscar su reelección.

Las Fuerzas Armadas de Honduras han movilizado este jueves a centenares de militares para evitar eventuales disturbios por parte de grupos que respaldan la iniciativa de Zelaya para reformar la Constitución. Los movimientos militares se centra en el Aeropuerto Internacional de Toncontín, la sede del Parlamento, los alrededores de la Corte Suprema de Justicia y la Casa Presidencial.

La destitución de Vásquez fue anunciada en cadenas de radio y televisión por el mismo presidente, quien dijo a los periodistas que no apoyó la propuesta del presidente de celebrar el próximo domingo una "consulta popular", orientada a reformar la Constitución, porque un tribunal de justicia dictaminó que era ilegal.

Por su parte, Zelaya dice que la consulta es para que los hondureños digan si están de acuerdo con que en noviembre se celebre un referéndum sobre la necesidad de reformar de la Constitución. En el Parlamento la mayoría de los diputados felicitaba este jueves al ex jefe del Estado Mayor.

Los antecedentes

Honduras vive una crisis política, ya que el presidente Zelaya quiere instalar una Asamblea Nacional Constituyente para elaborar un proyecto de reforma de la actual Carta Magna a partir de 2010. Esto permitiría la reelección del presidente, algo que rechazan diversos sectores, aunque algunas organizaciones populares apoyan al gobernante.