Músicos anónimos de todo el mundo unen sus voces en Playing for change

  • Su impulsor, el productor norteamericano Mark Johnson, ha visitado España para presentar el CD con las canciones del proyecto.
  • Ha realizado tres filmes y puesto en marcha una fundación sin ánimo de lucro; sus vídeos acumulan millones de visitas en YouTube.
  • Playing for change ha reunido a artistas de cuatro continentes para demostrar el poder de la música; Glastonbury les ha invitado a tocar.

Mark Johnson 300Palestina. Un grupo de norteamericanos con cámaras
intenta hacer migas con la recelosa población civil. Un dedo aprieta el
play y suena el clásico
Stand by me, interpretado por músicos callejeros de todo el mundo. Entonces, esos hombres y mujeres desconocidos marcados por un conflicto centenario acceden a ser grabados. Es el poder de la música.

Es sólo uno de los pequeños milagros que
ha obrado el productor de California Mark Johnson, impulsor del proyecto
Playing for change, que comenzó hace diez años en el metro de Nueva York. Su motivación fue –y es- la creencia de que unas notas "nos pueden inspirar para crear un mundo mejor y superar nuestras diferencias".

Desde entonces, este joven emprendedor ha viajado por cuatro continentes
capturando las voces e instrumentos de grandes talentos ocultos, como los de Sinamusa, un coro sudafricano con "mucho feeling" o Rajhesh Vaidya, un indio que toca la vina, una mezcla entre el sitar y la guitarra, el artefacto "más raro e increíble del mundo".
Contratos discográficos
Playing for change 300El primer éxito de esta arriesgada aventura fue el lanzamiento mundial del vídeo de
Stand by me,
que comenzó cantando el ya fallecido Roger Ridley en las aceras de Santa Mónica y continuó por varios países. Playing for change hoy tiene tres películas, una fundación sin ánimo de lucro y otras empresas asociadas. Es casi una multinacional.

Bono, de
U2, y
Manu Chao, entre otras estrellas, han querido poner su nombre en esto, "encajó con su personalidad y también con su estilo", explica Johnson, que ha visitado Madrid con motivo de
la publicación de un álbum con diez temas interpretados por esta pléyade de no profesionales. Pero no será el único disco compacto que vea la luz.

La buena acogida internacional del proyecto ha propiciado que, por ejemplo,
el holandés afincado en Barcelona Clarence Beker, haya firmado ya un contrato con el sello Concorde. Y que estén a punto de hacerlo Grandpa Elliot, invidente de Nueva Orleans, el guitarrista sudafricano Louis Mhlanga o el grupo del Congo Afrofiesta. 
Alma, amor e inspiración

Johnson nos asegura que todo es tan idílico como parece, aunque suponga nadar a contracorriente. Playing for change
acumula millones de visitas en YouTube gracias a músicos anónimos y excelentes. "
Como dice Vusi Mahlasela, vivimos en una aldea global, y muchas veces nos interesa más lo que ocurre en la otra punta del mundo".
Playing for change 300El productor deja claro que su proyecto sólo busca un fin social, al tiempo que otro artístico,
y opina que si la industria musical va por otros derroteros, algún día ambos caminos se encontrarán. Se queda al margen, por tanto, de las
Susan Boyle de turno y sus bondades televisivas: "Hay que huir de lo superficial, dejar de alimentar fantasías y crear ídolos (…) El mundo necesita alma, amor e inspiración".  

El clímax del fenómeno Playing for change tendrá lugar el próximo 27 de junio en
Glastonbury (Reino Unido). El legendario festival
ha invitado a los músicos que han participado en el proyecto a tocar en su escenario de músicas del mundo. Irán 70, por eso, Mark Johnson no hace estos días otra cosa que contactar con embajadas, consulados y demás para obtener los visados necesarios, ya que acudirá gente de países como Nepal o La República Democrática del Congo. Se harán llamar la Playing for change band.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento