Lo que ha quedado claro en este IV Concurso de Tapas es que no es lo mismo un pincho que una tapa: El pincho es lo que resulta más sencillo de comer, con la mano; y la tapa, o como lo han llamado en el certamen minicocina, es ese pequeño plato con una gran elaboración que requiere cubiertos. Pero en el caso de los ganadores, en ambas versiones, la gran elaboración la siguieron sus cocineros en ambos platos.

Ganó el pincho que creó Alex Sampedro, de Los Tres Caracoles: Una pizza de bacalao con el pesado en tres texturas: en brandada, en caldo y en ceniza. Rodrigo Roza, que se hizo con el primer premio del concurso de pinchos en sus dos primeras ediciones además del certamen español en 2007 y quedó tercero en el del mundo, fue el mejor ‘minicocinero' con unes fabes con berberechos (por ser más pequeños que las almejas) en salsa verde. Unas 500 personas degustaron cada uno.

La Plata se la llevaron La Bodega de Gascona y El Burladero, y el Bronce, El Rincón del Naranco y La Mala Uva.

Sobre el pincho del Asador de Aranda no se pudo opinar porque el jurado se olvidó ir a probarlo.

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