Los reyes del mal ambiente

  • El cotilleo es lo que peor soportamos en el trabajo.
  • Le sigue la mala organización.
  • Jefes y empleados señalan lo que más les perturba.
Las malas palabras acerca de compañeros -o incluso jefes- no gustan en absoluto.
Las malas palabras acerca de compañeros -o incluso jefes- no gustan en absoluto.
Luis Frutos
Las malas palabras acerca de compañeros -o incluso jefes- no gustan en absoluto.

Puede parecer una broma o una falsedad, pero los datos afirman que es una realidad: los cotilleos son la mayor fuente de molestias en el trabajo. Así lo señala un 60% de los encuestados por Randstad en un estudio realizado para saber qué es lo que más molesta a los trabajadores.

Tanto los comentarios sobre intimidades ajenas como las malas palabras acerca de compañeros -o incluso jefes- no gustan en absoluto. La figura del clásico criticón es en la mayoría de los casos fuente de discordia mal ambiente. Ellos son los que acaban dificultando el trabajo en equipo.

Además, desde el punto de vista de la efectividad, el cotilleo y la crítica destructiva siempre son una pérdida de tiempo.

Más molestias...

El cotilleo gana por goleada, pero no es lo único que produce malestar en el trabajo. Muy de cerca le siguen las decisiones que hacen perder el tiempo. Hasta un 54% declara aborrecer este tipo de errores de organización y planificación.

Ahora más que nunca -hay menos trabajadores y por tanto la sobrecarga laboral es una realidad- hacen falta profesionales cualificados para organizar y planificar con visión a corto, medio y largo plazo. Es la clave para reducir tiempos y ganar en productividad y eficacia.

Otra de las quejas que todos hemos escuchado alguna vez tiene que ver con el desorden; un 45% afirma que ésta es una de las cosas que más le perturba.

No muy alejado del desorden, aunque sorprendentemente considerado menos molesto, está el ruido. Sorprende, porque tal vez resulte más complicado concentrarse con móviles sonando, compañeros gritando o hablando sin parar que con un espacio común desordenado. Sin embargo, los datos mandan: sólo el 41% considera el ruido una molestia principal.

Las quejas

No cuadran. Según muestra la encuesta realizada por Randstad, los trabajadores no se quejan de forma proporcional de cada uno de los factores señalados.

Los trabajadores exponen más su protesta a la persona que genera ruidos molestos (42%) o que desordena el espacio común (38 %) que a los que cotillean (34%).

Tal vez la razón sea tan sencilla como que todos, en mayor o menor medida, hemos contribuido alguna vez, aunque sólo sea escuchando, a uno de los deportes nacionales: el cotilleo.

Los jefes también sufren

Son el blanco de casi todas las críticas, pero a ellos también les molestan algunas actitudes de los trabajadores. Entre las quejas más comunes de los superiores están, según Randstad, que el equipo que lideran no sea capaz de asumir responsabilidades. La falta de innovación es otra de las fuentes de disgusto de los jefes, seguido del retraso en la finalización de las tareas. La falta de productividad es otra de las grandes quejas, y que los empleados obvien la jerarquía les molesta especialmente. Y es que... ¿a quién le gusta que le puenteen?

TESTIMONIO

Luis Hoyo. Coordinador de marketing, 30 añ0s.

"Me molesta que la gente se retrase"

"La falta de planificación es lo que más me puede molestar en el trabajo. Una mala organización provoca que se trabaje en balde. Creo que se han de pensar bien las cosas antes de llevarlas a cabo. Muchas veces se moviliza a la gente para nada y se hace perder tiempo, esfuerzo y dinero. Lo otro que me molesta mucho en el trabajo es que la gente se retrase. Esas esperas debidas a la impuntualidad me perturban mucho. No me gusta llegar tarde ni que lleguen tarde. En cuanto al cotilleo, la verdad es que generalmente no me molesta".

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