La operación Ronin se ha saldado con la detención de trece personas y la imputación de otras tres por delitos de asociación ilícita, robos con violencia y secuestros, entre otros. Los agentes se han incautado, ademas, de distintas armas de fuego, como un kalashnikov y siete pistolas. Entre los trece arrestados, hay siete españoles, dos marroquíes, un británico, un belga, un colombiano y un argentino.

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Hilario López Luna, calificó la operación Ronin de "brillante", ya que con el arresto de estas personas "no solo se han esclarecido más de 30 hechos delictivos sino que también se evita que esta banda cometa más delitos".

La banda estaba estructurada de manera jerárquica. El dirigente, de nacionalidad española, planificaba, coordinaba y dinamizaba la actividades de los grupos, por lo que controlaba toda la actividad de la red. Cuando alguno de los grupos iba a cometer un atraco, el jefe los dotaba de las armas necesarias y una vez cometido el delito, se las retiraba.

Robos con violencia

En los asaltos a las viviendas, los arrestados empleaban pasamontañas, guantes, ropa de camuflaje y armas de fuego con las que intimidaban a las víctimas, a las que amordazaban y agredían hasta conseguir las contraseñas de las tarjetas de crédito o cajas de seguridad.

"Eran violentos si la víctima se resistía a acceder a lo que ellos pedían, pero no llegaron a producir lesiones graves", según explicó el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, José Espinosa. Asimismo, indicó que los rifles de caza se robaron en Madrid y la mayoría de las pistolas utilizan un calibre de ocho milímetros que "no es corriente en España", por lo que parece ser de origen extranjero.

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE MÁLAGA