Crece la venta de droga a pequeña escala

  • Madrid ha creado una brigada especial contra el trapicheo.
  • En Valencia, Sevilla y Barcelona ya funcionan.
  • Caen una media de tres traficantes cada día.
La Policía se incautó de 30,6 gramos de cocaína.
La Policía se incautó de 30,6 gramos de cocaína.
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La Policía se incautó de 30,6 gramos de cocaína.
Las distintas fuerzas de seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Mossos...) cazan cada día una media de tres vendedores de droga a pequeña escala, según los datos del último informe Lucha contra el menudeo presentado por el
Droga que llega en grandes cantidades, escondida en buques, a toda velocidad en lanchas o en camiones y aviones, pero que después tiene que llegar a la calle.
Ahora trafican desde escolares, empresarios o trabajadores

Un estilo de vida al que cada vez más gente se suma y que ha obligado a crear en algunas ciudades unidades especiales para erradicar el menudeo, aseguraron a 20 minutos fuentes de la Policía Nacional. "Ya no hay perfil fijo. Ahora trafican desde escolares, empresarios o trabajadores, hasta abuelos sentados en el banco de un parque", explica el jefe del reciente operativo de lucha contra el menudeo creado en Madrid.

Otras ciudades como Barcelona, Valencia, Sevilla, Oviedo, Gijón, y Málaga ya cuentan con una sección de lucha contra el pequeño tráfico. Trabajo que se suman a las campañas nacionales y autonómicas para eliminar zonas de venta de estupefacientes, que desde el 2006, se han cobrado 3.289 detenidos por tráfico y 116.969 denunciados por tenencia o consumo.

Un día con la brigada Camuflados como camaleones, para no ser descubiertos por los pequeños traficantes, los agentes del operativo espacial contra el menudeo de Madrid (formado por once profesionales) se introducen a diario en bares, parques, colegios... donde se trafica. Antes, el chivatazo de un vecino harto del panorama o el director de un colegio que se huele el trapicheo, hacen que comience la investigación.

Lo primero, conocer la zona y hacerse con el estilo de vida. "Hay que controlar el argot, elegir el vestuario y buscar un motivo por el que frecuentar la zona", explica uno de los agentes. Una vez introducidos, localizan a los sospechosos y comienza el seguimiento. Analizan dónde venden, a quién venden y cómo lo hacen, pero lo más importante: "Hay que localizar el lugar donde esconden la droga e intentar detenerlos con la mayor cantidad para que sean juzgados por tráfico y no por consumo".

Tras la detención, en la que se hace un gran despliegue para que el sospechoso no intente escapar y salga lesionado, comienza el papeleo. Todo en un informe: cantidad y tipos de droga intervenida, cómo la llevaban (en bruto o lista para vender en papelinas...), dinero... Por último, agentes y traficantes se verán las caras ante el juez. Aquí se decidirá si va o no a la cárcel.

La crisis, clave para empezar a traficar

Atravesar la crisis, costearse el consumo de droga o mejorar la pensión, son los principales motivos a los que aluden los pequeños traficantes cuando son detenidos por la Policía. "La última detención que hicimos fue al dueño de un bar que nos contaba que la gente había dejado de ir y que era la única manera de sobrevivir", explicaba uno de los agentes del operativo madrileño.

Matías. Fontanero y traficante de cocaína y hachís: "La hipoteca me ha hecho volver a traficar"

Asegura que la crisis le ha pasado factura y que lo de vender droga sólo será por un tiempo. Este joven valenciano afirmó a 20 minutos que la hipoteca le ha hecho volver a traficar. Matías, nombre ficticio, cuenta que hace tres meses recordó cómo se sacaba las castañas del fuego cuando era un chaval.

"Vendía alguna que otra pastilla y me daba para pagar la mía e irme de marcha", decía mientras repetía: "Sólo será por un tiempo". Ahora espera, para él y sus amigos que también han vuelto a traficar, que no les pille la Policía y que pase pronto la mala racha.

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