Hace 28 años, un 23 de febrero como hoy, España vivió su última intentona de Golpe de Estado militar. En aquella fecha, un grupo de militares y Guardias Civiles, que llegaron a tomar el Congreso de los Diputados, pusieron entre la espada y la pared, a la por entonces, joven democracia española.

En aquel momento, un Ejército anclado en los mecanismos del régimen del General Franco quiso revocar la voluntad del poder civil, siguiendo la tradición de interferencia militar que marcó nuestro país en los siglos XIX y XX. Sin embargo, aquella vez los poderes civiles evitaron el éxito de los golpistas y no provocaron como otras veces, un conflicto armado.

28 años después el 23-F continúa dando que hablar y polemizar y sigue interesando a la sociedad española que hace semanas se sentó ante el televisor para ver dos mini series sobre aquellos hechos que registraron excelentes resultados.

Un ejército "absolutamente democrático"

Sin embargo, tanto el país como el Ejército han cambiado mucho en estos 28 años. Mariano Casado, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), está convencido de que hoy en día un levantamiento como aquel "no sería posible porque hay una conciencia clara de sometimiento al poder civil, al pueblo" en las Fuerzas Armadas. Casado califica al Ejército como un "absolutamente democráticas y fiel reflejo de la sociedad española".Casado asegura que el camino hacia la