El ERE, que aún debe ser perfilado por la empresa y recibir el visto bueno de los representantes de los trabajadores, se haría efectivo durante diez meses, entre marzo y diciembre de este año. Los empleados afectados trabajarían durante 15 días de cada mes. Sin embargo, el salario no se vería reducido, los empleados recibirían una parte de la Seguridad Social en concepto de paro y otra de la propia empresa.

Manuel Ángel Arias justificó la medida por la situación del mercado, principalmente el internacional, "en el que no se mueve nada", y apuntó que la decisión "no tiene nada que ver" con los problemas que atraviesa la factoría de Acerinox en el municipio de Los Barrios (Cádiz), ya que ambas plantas "hacen materiales totalmente diferentes", apuntó.

"No queda otro remedio"

Por su parte, el delegado sindical de UGT en Roldán, Miguel García, aseguró que "no queda otro remedio" y se mostró convencido de que este expediente temporal es "la única fórmula de salvar la empresa y los puestos de trabajo" debido a la ausencia de pedidos. Precisamente esa situación es la que le llevó a mostrar sus reticencias ante el futuro de la empresa al comentar que "asusta porque no hay pedidos".

Para la empresa será el segundo ERE después de que a finales del mes de noviembre tuviese lugar otra parada que afectó a cien trabajadores durante un mes. La medida también se adoptó por la bajada de los pedidos.