En un mundo dominado por las mujeres sobreviven Rubén Orihuela y Cristofer Hernández, dos pioneros en la gimnasia rítmica masculina, que han logrado la celebración del primer campeonato de España para hombres. "Siempre había practicado ballet, pero a los 14 años probé la rítmica y me gustó más", explica Cristofer, canario de 18 años, que emigró a Valencia para competir con los aros y las mazas.
Antes había sido campeón de sus islas: "En aquel torneo me enfrenté a chicas y les gané. Todo el pabellón se puso en pie para aplaudirme. Creo que los chicos podemos competir en igualdad de condiciones", asegura.
¿Y qué piensan ellas? Susana Nieto, que también comparte entrenamientos con ambos gimnastas, aprueba su afición: "A las chicas nos gusta verlos actuar porque siempre se pueden aprender cosas. Hoy por hoy, nosotras tenemos más nivel en general, pero es cierto que hay chicos muy buenos, como Rubén".
Inicios complicados
"De pequeño veía a las chicas hacer rítmica en el recreo y descubrí que yo también quería", recuerda Rubén, que soportó alguna bromita en el colegio: "Ellas me recibieron bien, pero los niños sí hacían comentarios. No entendían por qué no jugaba al fútbol".
Lo mismo vivió Cristofer: "A mí, por un lado me entraban y por otro me salían esas tonterías". Incluso Susana sabe que hay tópicos: "Tengo amigos que piensan que todos son gais y no es cierto. Lo dicen porque no conocen la gimnasia".
Barreras sexuales en el deporte
La gimnasia rítmica no es el único deporte que discrimina a uno de los dos sexos. La natación sincronizada es otra disciplina vetada hasta la fecha para los hombres, mientras que ellas siguen sin tener acceso a muchos deportes de motor como la Fórmula 1 o el Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios