Un año negro ha sido el 2008 para las carreteras urbanas de la provincia de Pontevedra al dispararse un 175% el número de accidentes mortales registrados en esta clase de viales. Mientras en 2007 fueron ocho las personas que fallecieron cuando circulaban por el casco urbano, en 2008 la cifra se elevó hasta 22. De esta veintena de muertos, siete de ellos (casi uno de cada tres) fallecieron en accidentes en Vigo.

Y es que el pasado año entró con mal pie en la ciudad, pues el 12 de enero (hace ahora un año) fallecía un matrimonio en Jenaro de la Fuente, después de que su coche fuese embestido por otros dos conductores a raíz de un «pique», según la juez que llevó el caso.

A este siniestro, se sumaron los de avenida de Madrid, Travesía de Vigo, la calle Fontáns, el cruce de Cronista José Espinosa y la avenida de Beiramar, con una víctima mortal en cada uno de ellos.

Pese a todo, es el municipio pontevedrés de Vilagarcía el que sumó más víctimas mortales en el casco urbano en 2008, con diez fallecidos. «No hay homogeneidad entre los diferentes ayuntamientos en relación a la seguridad vial», asegura el subdelegado del Gobierno en la provincia de Pontevedra, Delfín Fernández. Por este motivo, recomienda a los responsables de los municipios con menos control que presenten proyectos para mejorar la seguridad vial en sus ciudades.

Bajan en interurbanas

En el caso de las vías interurbanas, los accidentes mortales descendieron un 37,8% el pasado año. En 2008 se registraron 46, frente a los 74 contabilizados en 2007.

Para incrementar la seguridad de las carreteras la Dirección General de Tráfico (DGT) estudia la posibilidad de cambiar la ubicación de algunos de los radares móviles que están instalados en la provincia. Antes de hacerlo «tenemos que culminar el informe sobre puntos negros», apunta la jefa de Tráfico de Pontevedra, María Victoria Gómez.

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