Adoptar un niño en el extranjero es cada vez más complicado y mucho más lento. Los principales países con los que hay convenios de adopción han endurecido los requisitos y las exigencias, lo que ha motivado que los prohijamientos hayan descendido un 35% en los últimos cuatro años.

Si en 2004 fueron adoptados 5.541 niños extranjeros, en 2007 (últimos datos oficiales), la cifra bajó un 34%, a 3.648, y en 2008, a menos de 3.400, según datos de la Coordinadora de Asociaciones en Defensa de la Adopción y el Acogimiento (CORA).

A pesar de este endurecimiento de requisitos y el descenso de casos, el deseo de adoptar de las familias españolas no ha decrecido. Si en 2005 hubo 9.800 solicitudes, en 2008 hubo casi 2.000 más, 11.500.

Los casos más llamativos son los de China y Rusia, los principales países de donde proceden los menores (el 55% de los pequeños que llegan a España vienen de estas dos naciones). Ambos han frenado las adopciones para las familias monoparentales y las homosexuales.

Sin multas de tráfico

China, por ejemplo, ahora sólo acepta matrimonios, con estudios de Bachillerato, buen estado de salud (los obesos no pueden) y buen comportamiento cívico (cinco multas de tráfico impiden la adopción). El endurecimiento de los requisitos ha alargado forzosamente el plazo.

"Si en 2004 las familias españoles tardaban un año en adoptar, ahora nos vamos a tres años y medio. China está estudiando ahora las solicitudes de febrero de 2006", explica Javier Álvarez, presidente de CORA. Nepal, Kazajistán y Vietnam son los peores países para adoptar, según Álvarez.

Tantas dificultades han hecho que las familias miren más hacia África, concretamente a Etiopía. En 2007 se adoptaron 481 niños etíopes, un 36% más que en 2006. Brasil, por su parte, permite la adopción a parejas gays; y Burkina Faso, las peticiones de solteros.

La adopción nacional, al 100%

La adopción nacional se rige por los criterios que exige cada comunidad autónoma. Actualmente hay unos 33.000 menores tutelados por la Administración, de los que un 10% está en condiciones de ser adoptado o acogido. "En un tiempo razonable, el 100% de los menores españoles son adoptados", señala Álvarez. Cada año se adoptan entre 800 y 900 niños.