La expectación para ver el viernes a Bunbury en el Pabellón Deportivo de Zuera, Zaragoza, era total. Según informa el diario electrónico RedAragón,gente de toda España se había acercado a la localidad a disfrutar deuna de las últimas oportunidades de ver al cantante sobre un escenario.

Sin embargo, los fans se quedaron con las ganas. A la tercera canción en su tierra natal, Enrique Bunbury

les lanzó un beso desde el escenario y se marchó ante la sorpresa del público y de sus propios músicos que no supieron reaccionar.

Aunque su gira quedó cancelada tras

el anuncio de su "retirada temporal",todavía se mantenía este concierto y el previsto para el sábado 27 deagosto en Cambrils. Pero finalmente uno acabó antes de tiempo y el otroquedó suspendido porque, según su manager,

"Ha intentadosacar estos dos conciertos adelante, pero no puede", dijo a Efe sumanager Nacho Royo, quien explicó que Bunbury se dio cuenta en Zuera deque no podía continuar con la actuación y se bajó del escenario.

Aseguró que el artista se encuentra "muy triste" y con "mucha sensación de impotencia", pero ha llegado el momento de "decir basta" y descansar.