Adivinar las palabras ocultas. En eso consiste Password, el programa que conduce la simpática Luján Argüelles en Cuatro y que hoy cumple cien entregas donde los concursantes han tenido que adivinar más de 17.000 palabras.

¿Cómo vive estos cien programas?

Es un sueño y estoy súper contenta.

¿Qué tiene Password que engancha a la gente?

Creo que es muy fácil jugar y se hace muy divertido porque los invitados son muy simpáticos y los concursantes se lo toman como un juego de amigos. El juego engancha.

¿Usted es de las que ve concursos desde casa?

Sí, y en el plató me pillo unos mosqueos... porque empiezo a concursar y lo vivo. Sufro mucho con los concursantes.

¿Qué recuerda de su primer día en Password?

Lo pasé fatal y me quería meter debajo del atril. Había mucho público y cámaras porque todo el mundo estaba pendiente de mí.

¿Suele verse?

Sí, intento verlo todos los días para corregir cosas y mejorar.

¿Cuál es la anécdota más graciosa que le ha pasado en Password?

Recuerdo a un concursante que tenía un password que era Kidman y el invitado le dijo Nicole y el otro le contesta "ni lechuga". No podía más de la risa.

¿Qué tiene la tele que atrae tanto a la gente de la radio?

Creo que los que hemos trabajado en la radio estamos enamorados de ella. Pero llega un momento en que cuando te instauras en un horario, tardas muchos años en salir de él. Al final terminas enganchándote a la televisión para hacer otras cosas diferentes.

¿Tiene intención de volver a la radio?

Me encantaría, pero ahora estoy súper feliz en la tele y me lo paso muy bien.

¿Qué es lo que más le gusta de la televisión?

El contacto con el público. Mirar a la cámara y pensar que al otro lado hay mucha gente que apoya tu proyecto.

¿Vale todo por la audiencia?

No, porque en la vida nada vale todo. La audiencia dice mucho de las cosas, pero en el momento en que uno se avergüenza de lo que hace, ese es el detonante para no hacerlo. El límite te lo pones tú.

¿Qué le falta a la televisión?

Apostar más por las cosas durante más tiempo, aunque entiendo que la guerra por las audiencias es imposible de obviar.

¿Que ve en televisión?

Me gustan mucho los debates políticos porque son como el mundo rosa, pero hablando de cosas trascendentales. Los políticos a veces son muy frikis en sus cosas.

¿Haría alguno si se lo propusieran?

En principio no digo que no a nada, pero pienso que esos programas están muy encorsetados y no dan lugar para hacer algún chascarrillo. A mí a veces me apetece hacer una broma y eso no está permitido en un tipo de programa así.

¿La gente le hace bromas con su nombre?

No, lo que pasa es que la mitad de la gente no lo sabe pronunciar. Otros, piensan que eres un hombre porque piensan que es un apellido.

¿El físico es importante para trabajar en tele?

Creo que no porque si no yo no estaría. Si pensara que eso es importante, cerraba el chiringuito. Yo venía de la radio asilvestrada, con pelos por todo el cuerpo, y cuando uno llega a la tele tiene que refinarse. Cuando empecé me veía súper paleta y todo era patético.

¿Cómo lleva las críticas?

En la radio tenía un programa de llamadas y ya ahí ya escuché de todo. Pero ahora ya te acostumbras y asumes que a todo el mundo no puede gustarle lo que haces.

¿Qué es lo peor que ha tenido que hacer desde que trabaja en tele?

Aguantar el tipo y unos centímetros de tacón que alucinas en estéreo. Tengo el juanete a flor de piel. Además, un día me va a dar un pampurrio de lo ajustadísima que voy porque es talla showroom y... o te entra o te entra.

¿Cómo va el tema de Granjero busca esposa?

Fenomenal. Hemos recibido muchas llamadas y los granjeros son unos tipos fantásticos. En enero comienza a emitirse y creo que puede ocurrir de todo.

BIO: Nació en Asturias el 26 de enero de 1977. Comenzó en televisión como reportera del programa Siete días, siete noches y luego estuvo presentando un concurso para la autonómica de Asturias.