El número de viajeros de la Intermodal no para de crecer y, sin embargo, el transporte urbano que conecta estas instalaciones con el centro de la ciudad no ha evolucionado de forma paralela. Sólo los usuarios de la línea de Alta Velocidad han aumentado un 60% en el último año y cada día pasan por la estación unas 6.500 personas, a las que hay que unir los usuarios de la nueva zona de autobuses interurbanos y los que cogen las nuevas lanzaderas a Huesca y Calatayud.

Y sin embargo, el bus urbano que da servicio a esta zona de la ciudad es insuficiente, según confirman los propios usuarios. Al interior de la Intermodal sólo llegan dos autobuses (de las líneas 51 y 129), que los fines de semana y los miércoles sobre todo llegan a acumular demoras de más de media hora, al coincidir además con la celebración del rastro.

Largas colas ante las paradas y despistes entre los viajeros (que no se aclaran con los nuevos autobuses y las recién estrenadas entradas de la Intermodal) son las principales quejas. La alternativa es echar mano de los taxis, que en fin de semana pueden llegar a cobrar más de seis euros por conectar la estación con el centro de la ciudad.

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