Pese a que el entierro tradicional sigue siendo el mayoritario, la tendencia está cambiando en Barcelona. En tan sólo un año, la solicitud de servicios funerarios ecológicos ha aumentado un 21% y las incineraciones se han solicitado un 30% más.

De esta forma, según datos de Serveis Funeraris Integrals (SFI), que da cobertura a 56 poblaciones catalanas, en el área metropolitana de Barcelona un 40% de los servicios realizados en 2008 han sido incineraciones. Sigue siendo mayoritario, por tanto, el servicio tradicional, con un funeral católico y el féretro enterrado en el cementerio. Ahora bien, las urnas biodegradables (22% del total) y los ataúdes ecológicos (5%) son cada vez más solicitados.

El resto de Catalunya es más tradicional a la hora de escoger los servicios funerarios. Así, de las cerca de 57.000 defunciones del año pasado, el 73% optaron por un entierro. Con todo, la tendencia está cambiando y las incineraciones suponen ya el 27%.

Son datos del Gremi d'Empresaris de Serveis Funeraris de Catalunya, cuyo presidente, Joan Arnulf Santos, aclaró ayer que el incremento de incineraciones no se puede atribuir a la crisis económica pero sí que guarda relación con la apertura de nuevas instalaciones. Precisamente, a partir de enero, el cementerio de Santa Coloma de Gramenet contará con el primer crematorio público de la ciudad.