Una mujer de 77 años falleció el pasado 14 de septiembre como consecuencia de supuestas negligencias en la residencia de mayores concertada por la Comunidad de Madrid AMMA Gerogestión Alcorcón, según la queja presentada este viernes por escrito por sus familiares ante el Registro del Ayuntamiento de esta ciudad.

La familia explica en su denuncia que la tarde del pasado día 29 de agosto acudió a la residencia a visitar a la anciana y la encontró en la enfermería sin habla, por lo que decidió trasladarla a la Fundación Hospital de Alcorcón, según han explicado fuentes del Consistorio alcorconero, receptor de la queja.

La médico de la residencia había descartado esa misma mañana, según la denuncia, llevarla al centro hospitalario, así como ese 29 de agosto sólo había una enfermera para todas las instalaciones. A su llegada a la Fundación Hospital de Alcorcón los familiares relatan que diagnosticaron a la anciana deshidratación, anemia y escaras en talón y pie, así como heridas que arrojan mal olor. La mujer murió el 14 de septiembre por infección generalizada.

Carencias en la higiene

Esta queja de familiares sobre negligencias en la Residencia de Mayores AMMA Gerogestión Alcorcón es la segunda con consecuencia de muerte y se suma a la hecha pública el pasado martes por el Ayuntamiento de Alcorcón sobre una mujer de 86 años que el 22 de septiembre no fue atendida de una caída de la cama hasta siete horas después de encontrarla y que falleció a la mañana siguiente.

Asimismo, familiares de un varón de 84 años han presentado este viernes una denuncia ante el Consistorio alcorconero por una supuesta falta de personal falta de personal, de atención higiénica, de control de medicamentos y de seguimiento de las indicaciones que le realiza el hospital, han indicado fuentes municipales.

Con las dos nuevas quejas presentadas este viernes ascienden a 16 las tramitadas por escrito en el Registro del Ayuntamiento de Alcorcón, a las que se añaden otras verbales. La mayor parte de las denuncias inciden en la falta de personal, carencias en la higiene y ausencia de control sobre la medicación que, señalan, llega a intercambiarse entre residentes.