Los vecinos de Trigueros del Valle, pueblo natal del presidente de Matinsa-Fadesa, Fernando Martín, han mostrado su desilusión y pena ante los acontecimientos recientes de los que es protagonista el dirigente de la compañía.

La sorpresa y la incredulidad son los sentimientos más comunes ante el anuncio de la petición del concurso voluntario de acreedores (antes suspensión de pagos) y el expediente de regulación que afectará a cientos de trabajadores.

La alcaldesa del municipio, Maria Josefa Polo, afirmó que los que más han sentido la mala marcha de la compañía han sido las personas mayores del pueblo.

Los vecinos, que han vivido entre la alegría y el orgullo de tener a un paisano como presidente del Real Madrid, ahora ven a Martín como el causante del declive.

El dirigente ha recibido opiniones muy críticas de sus paisanos. "Al que va a fastidiar va a ser al obrero", se escucha en el bar de la plaza del pueblo, lugar en el que Martín pronunció el pregón de las fiestas en septiembre de 2006.

Todos coinciden en que será un tema de conversación pasajero y, que cuando las noticias en torno a Martinsa-Fadesa cesen, su paisano dejará de ser objeto de los medios.

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