El cuerpo, que se localizó en el pasaje de la Cruz, estaba tendido en el suelo. Se trataba de un vecino del municipio de 42 años y natural de Terrassa. Diversos vecinos alertaron de que habían oído ruidos de pelea aquella madrugada.
El análisis forense tendrá que determinar la causa exacta de la muerte, aunque cobra fuerza que la víctima muriera después de ser apaleada. Si se confirma este extremo, se trataría del segundo crimen que ha habido en pocos días en Lloret de Mar, después del asesinato de la turista italiana Federica Squarise.
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