La mayoría de las sombrillas nuevas que se han colocado en Ranillas para proteger a los visitantes del sol estaban el jueves cerradas por culpa del viento y muchos de los visitantes tenían que buscar cobijo a la sombra de los pabellones.
Las nuevas sombrillas son menos resistentes que las antiguas porque son de lona y, en lugar de estar ancladas en el suelo como las antiguas, tienen una base portátil mucho más frágil.
Fuentes de la Expo explicaron que todas las noches se dejan cerradas para evitar que una posible tormenta las derribe y que en días de viento, como el jueves pasado, tampoco se abren.
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