Con la economía embarrancada, pese a las negativa del Gobierno a aceptar la palabra crisis, los agentes sociales han de convertirse en protagonistas para lograr cambiar el rumbo. Ése es el mensaje que ha querido transmitir el presidente Zapatero, que se ha reunido con los líderes patronales y sindicales.

Además, el jefe del Ejecutivo se comprometió a coordinar e impulsar la agenda que se aprobará antes del 31 de julio para "dar la máxima fuerza y representación a todas las tareas que nos hemos puesto por delante".

El mensaje de Rodríguez Zapatero tras la reunión ha tratado de ser conciliador y optimista: "Hoy es un día para afirmar la confianza. Vamos a superar las dificultades, que las tenemos, y vamos a ver a los empresarios recuperar la senda del crecimiento".

Los representantes de UGT , CC OO y CEOE han conocido en el cuentro el compromiso del Gobierno de no realizar ninguna iniciativa que no cuente con el consenso de los interlocutores sociales. Solbes será el encargado, según el presidente, de trasladarles "los márgenes" entorno a los cuales se trabaja.

El presidente además se ha dado un plazo: el 31 de julio quiere tener trazada un hoja de ruta, firmada por todos los agentes, en la que se incluyan las reformas sociales y económicas para la legislatura.

A la reunión, celebrada en el Palacio de la Moncloa desde la 11.00 horas, han asistido también tres ministros vinculados a estas materias: el de Economía y Hacienda, Pedro Solbes; de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho; de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, y la ministra de Igualdad, Bibiana Fernández.