El juez Ferrín Calamita dio durante 5 años la custodia de dos niñas a su padre maltratador

  • Celia Rodríguez Cuenca, de 38 años, desvela este miércoles en el diario 'El País' los detalles de un proceso judicial "calamitoso".
  • Ferrín Calamita es conocido al ser acusado de homofobia por impedir durante dos años que dos lesbianas adoptaran.
  • "No sé quien me ha maltratado más, si mi ex marido o el juez Fernando Ferrín Calamita", concluye la mujer.

Celia Rodríguez Cuenca, de 38 años, desvela este miércoles en el diario El País los detalles de un proceso judicial "calamitoso" en el que se permitió que sus dos hijas, de 13 y 15 años, vivieran durante cinco años con su padre, sobre el que pesan ya tres órdenes de alejamiento por malos tratos a Celia y cinco condenas en firme: por cuatro faltas y un delito (malos tratos habituales). La mujer consiguió hace dos meses la custodia de las niñas y cuenta ahora su caso.

Ahora quiero contar la historia de un proceso judicial calamitoso y ponerle punto final

"Ya he temido suficiente. Ahora quiero contar la historia de un proceso judicial calamitoso y ponerle punto final", comenta al citado diario denunciando la labor de juez encargado del caso, el polémico Fernando Ferrín Calamita, que ha sido acusado de homofobia por impedir durante dos años que dos lesbianas adoptaran.

Cuenta El País que en el año 1999 Celia se separó de su marido J.C. tras siete años de matrimonio, llevándose a sus hijas. Ese año se impone al hombre la primera orden de alejamiento. En 2003 llega el divorcio firmado por Calamita que otorga la guarda y custodia de las niñas a su padre por ser "una madre manipuladora", según argumenta en la sentencia.

"Él tenía cuatro condenas por juicios de faltas y una por un delito de maltrato habitual", dice Celia que se volvió a casar en 2002 y se trasladó a Toledo. "El juez dijo que yo no era una buena influencia para mis hijas y que lo que quería era alejarlas de su padre llevándomelas", dice de nuevo la protagonista de esta historia que consiguió en ese mismo año que J. C. recibiera su segunda orden de alejamiento.

Él tenía cuatro condenas por juicios de faltas y una por un delito de maltrato habitual

La situación se complicó cuando Celia recibió un auto por el que se prohibió "todo tipo de comunicación por teléfono, carta o internet" con sus hijas debido a un informe psicosocial que le diagnosticaba un síndrome de alienación parental, trastorno por el cual una de las partes de la pareja pone a sus hijos contra la otra.

Indica El País que sólo cinco cartas que las niñas mandaron a su madre pidiendo ayuda y un traslado de expediente del juzgado de familia número nueve de Murcia al número tres de Toledo forzaron el feliz desenlace. "Entonces mi marido", cuenta Celia, "sabiendo que ya no tenía nada que hacer, decidió llegar a un acuerdo conmigo". En ese acuerdo se restituye la guarda y custodia a su madre y se establece un régimen de visitas y una pensión para el padre.

"No sé quién me ha maltratado más, si mi ex marido o el juez Fernando Ferrín Calamita", concluye.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento