Los camiones y furgones invaden la capital vizcaína. Dos manifestaciones, organizadas por grandes y pequeños transportistas, están colapsando las calles de Bilbao. A las 10.00 horas partía del polígono Lezama Legizamón, en Etxebarri, una marcha de pequeños transportistas.

Decenas de camionetas y furgones han formado una larga cola de varios kilómetros, con las consiguientes molestias para el resto de conductores.

La entrada a la capital vizcaína por Begoña y Bolueta se ha convertido en impracticable, aunque los particulares han podido seguir su camino a medida que iba pasando la marcha.

Los transportistas entraron a Bilbao por Bolueta y Atxuri para tomar el centro de Bilbao a través de La Ribera, San Francisco y Hurtado de Amezaga. Tras enfilar Rodríguez Arias, han llegado a la plaza Moyua en torno a las 11.15 horas. A partir de ese momento, ha tomado el camino de vuelta.

Además de esta movilización, el sindicato de transportistas autónomos Hiru ha convocado una concentración a las 11.00 en la Gran Vía, ante la sede de la patronal vasca, Confebask.

Al mismo tiempo, la federación de grandes transportistas ha comenzado una manifestación de camiones desde Aparcabisa, en Trapagaran, en dirección a la capital vizcaína, que, igualmente, amenaza con colapsar las calles.

El enfado de los conductores ajenos a los paros en los transportes ha sido notable.

Además, el paro de los transportistas ya está causando problemas de suministro de combustible en Vizcaya. Veinte gasolineras del territorio están cerradas hoy miércoles por falta de suministro. Además, en algunas no queda el diesel estándar, y los conductores sólo pueden repostar con el diesel extra, que es más caro.

Desde el fin de semana se registraron colas en las gasolineras para llenar el depósito. Esto ha precipitado el cierre de surtidores por falta de suministro.

En las estanterías de los súper comienzan a escasear productos frescos, como huevos, leche, frutas, verduras y carnes envasadas.

Mercabilbao también empieza a sufrir por el paro de los transportistas. Ayer marte entró poco pescado, y las sardinas, chicharros y sanchoas se agotaron en pocos minutos. Quedan pocas verduras y algunas frutas comienzan a escasear, como las cerezas y los melocotones.

La protesta afecta a todos. Los taxistas se quejan porque pasan más tiempo del habitual en la cola de la gasolinera, y así, pierden clientes. Además, algunas industrias están semi-paralizadas porque no reciben materias primas para producir. Es el caso, por ejemplo, de la factoría de Mercedes en Vitoria.

Ante este panorama, el Gobierno vasco ha puesto en marcha un plan para garantizar el suministro de fuel, medicinas y alimentos. La Ertzaintza ha organizado convoyes blindados para conseguirlo.

Esta misma mañana, la Ertzaintza ha recibido diversas peticiones para realizar tareas de acompañamiento de camiones que pueden tener dificultades por los piquetes.

En concreto, se ha solicitado la presencia de la Ertzaintza en Rivabellosa para que custodien a varios camiones que tienen que transportar hidrocarburos. Precisamente, en este municipio alavés las puertas de una empresa han aparecido selladas con silicona para evitar la salida de camiones.

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