Con este triunfo, Nadal encadena su vigésimo cuarta victoria consecutiva sobre la arcilla roja de París. En cuarta ronda, Nadal se enfrentará a su compatriota Fernando Verdasco, que venció a Mijail Youznhy por 7-6 (5), 5-7, 7-5 y 6-1, ante el enfado del ruso, que llegó a romper una raqueta.
En su segundo partido consecutivo en la pista Suzanne Lenglen, y ante el tercer zurdo que le salió al paso, Nadal encontró el ritmo que andaba buscando desde que ganó el Masters Series de Hamburgo, para sumar la quinta victoria sobre Nieminen.
El encuentro comenzó bastante igualado, pero Nadal enseguida sacó su fuerza incontestable y ganó con rotundidad el primer set en 34 minutos, sin hacer apenas concesiones al finlandés, al que al final atacaron los nervios.
En el segundo set, Nieminen sacó sus mejores armas para intentar acorralar a Nadal, que tenía molestias en un pie. Llegó a poner en el marcador un 2-0, pero Nadal le igualó en el cuarto juego y, desde ese momento, el nórdico se fue desquiciando. Además, el juego agresivo que había realizado le hizo perder fuerzas.
El último set lo dominó casi totalmente Nadal, que se colocó por delante en el cuarto juego (3-1), arrebató el saque de nuevo a Neminen en el quinto juego y ganó el encuentro.
Almagro se metió también en octavos
El español Nicolás Almagro se colocó por primera vez en su carrera para los octavos de final de un Grand Slam, al vencer al británico Andy Murray por 6-3, 6-7 (3), 6-3 y 7-5, en dos horas y 48 minutos.
Almagro, ganador este año de los torneos de Costa do Saupie y Acapulco, además de ser finalista en Valencia, demostró por qué es el jugador que más victorias tiene sobre tierra batida, con 28, y solo cinco derrotas.
Inmerso en la lucha por una de las dos plazas que quedan libres para los representantes españoles en los JJ.OO. junto con Tommy Robredo y Fernando Verdasco, Almagro es ahora el que más ventaja tiene, con 1.385 puntos.
Se enfrentará contra el ganador del encuentro entre el francés Jeremy Chardy y el ruso Dmitriy Tursunov.
Suárez sigue adelante
El cuarto polvorín que estalló fue el de Carla Suárez, que a pesar de que acabó algo agarrotada en los muslos, logró vencer a la australia Casey Dellacqua, por 6-3 y 6-3, un resultado que la catapulta del puesto 132, al 67 del mundo, una inyección de moral para ella, que empezó de la fase previa y que tras vencer a la francesa Amelie Mauresmo, parece lanzada en el torneo de su vida.
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