Fernando Martínez, vecino del barrio del Pla, me explica que «desde hace años» observa «que no paran de realizarse actuaciones en la ladera del Benacantil, con rotondas y accesos que nunca se acaban». Martínez se queja de que ese paraje «siempre esté en obras, con suciedad, escombros y pintadas en sus alrededores», preguntándome «cuándo adecentarán de una vez ese espacio, acondicionándolo y urbanizándolo para acceder al principal hito urbano». Un día después, me comenta que aunque ahora pasa «largas temporadas en Madrid», cuando vuelve a la terreta se le cae «la cara de vergüenza». Durante la conversación le comento que, meses atrás, ya denunciamos el lamentable estado de la zona, salvajemente repintada y sucia.

Basilio García, presidente de la asociación de vecinos, opina que su barrio «es el más sucio junto con el de Carolinas, ya que las actuaciones de limpieza no son eficaces», trasladándome abundantes quejas: «Basura en los alcorques de los árboles que casi no se recoge, paredes y contenedores de vidrio con carteles de hace meses (de academias, venta de pisos, o pubs), tala de árboles y metros y metros de grafitis».

Aunque el dirigente vecinal advierte de que «hace más o menos una semana» que no visita el lugar que denuncia el señor Martínez, supone que, «esa zona seguramente seguirá igual de abandonada que el resto» del distrito. En la Gerencia de Transportes y Puertos (Tram) me indican que la obra en ese enclave urbano (parada del Marq junto a la plaza del doctor Mas Magro) se terminó hace un año, que ya no queda nada por ejecutar y que su cuidado depende del Consistorio. Luego, en el Área de Servicios me aseguran que trabajan «para mantener el castillo en las mejores condiciones de mantenimiento, ya que el Benacantil acoge, además de una excelente zona lúdica y turística, una masa forestal que actúa como uno de los grandes pulmones verdes de la ciudad». Finalmente, fuentes municipales me señalan que la zona se adecentó con motivo de una de las recepciones para los participantes en la prueba regatista mundial Audi Med Cup y la reciente visita del Rey.

El miércoles por la mañana recorrí el lugar, que ahora se encuentra perfectamente limpio, tanto en los accesos a la parada del Tram como en la arboleda del castillo. Las cámaras de vigilancia del tranvía contribuyen a este estado de buena limpieza, al disuadir el vandalismo. Las obras del Tram concluyeron, no obstante, según testigos vecinales, «hace un par de semanas», encontrándose la zona «llena de basuras y pintarrajeada hasta hace muy poco». Unas pintadas que ahora ya sólo perviven en el muro del cercano sanatorio del Perpetuo Socorro.

EVALUACIÓN DE LA RESPUESTA

Concejalía de Servicios : Notable

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