La empresa concesionaria del servicio de Bicing en Barcelona ha denunciado en los juzgados a 130 usuarios acusados de hurto de bicicletas, «una vez se ha comprobado intencionalidad». En un año de funcionamiento, se han robado 173 vehículos. El regidor de Mobilitat, Francesc Narvàez, mostraba ayer su satisfacción por «la baja estadística de incidencias» si se compara Barcelona con el servicio de otras capitales como París o Lyon.

Al ser requerido por la oposición, Narváez aseguró que si un usuario denuncia que le han robado la bicicleta «no recibe ninguna sanción». Pero 20 minutos ha recabado testimonios que indican lo contrario. Un usuario de Sant Martí ha relatado cómo le robaron la bicicleta después de haberla encajado en la base. Al día siguiente nadie le creyó y tras inhabilitar su tarjeta le impusieron una multa de 120 euros, pese a denunciar él el hurto ante los Mossos d'Esquadra.

La víctima del robo no recibió el alta en el servicio hasta 756 horas después del incidente y gracias a que apareció la bicicleta. Si bien no ha tenido que pagar la sanción, sí que le constan dos penalizaciones. Y, a la tercera, se le da de baja en el Bicing. Pero también ha habido anécdotas en el Bicing. Así, el regidor explicó que una bici robada apareció en Lleida. Sólo en 18 casos, el vehículo recuperado ha sido dado de baja por su mal estado.

En otros casos los ladrones han «tuneado la bicicleta», como una hallada en la calle Àusias Marc. Por suerte, según Narváez, el modelo es único. En julio, el consistorio editará miles de trípticos para informar a los usuarios de la ordenanza sobre civismo y recomendaciones de uso.