El furtivismo es una realidad en España, un negocio que mueve mucho dinero y que tiene redes bien estructuradas, cuyo objetivo principal, además del fin económico, es lograr buenos trofeos.
Como ejemplo de lo lucrativo que puede resultar el furtivismo, el precinto (sistema para acreditar la legalidad de la pieza de caza abatida) para 'tirar un lobo' puede costar 9.000 euros, y obtenerlo de forma furtiva, 3.000 euros, explica una fuente del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) a 20 minutos.
La caza furtiva se da en muchas zonas de España. Si se trata de cabra hispánica, el furtivismo se concentra en Gredos (Ávila); si se buscan lobos, en el norte, y si se quieren rebecos, en la Cordillera Cantábrica. Desde la Federación Española de Caza creen que en las grandes fincas de Extremadura y Andalucía puede ser más fácil realizar esta práctica, aunque no hay una región específica en la que se dé más.
Sanciones variables
Las competencias en materia de caza son de las comunidades autónomas, que publican anualmente órdenes de veda en las que se recogen las especies cazables. Las sanciones varían según la comunidad, pero la multa por matar un corzo puede ascender a 3.000 euros más el valor de la pieza, cuando el precinto para cazarlo cuesta unos 1.000.
Los precintos han de colocarse a la pieza nada más ser abatida. En éstos consta qué especie concreta se puede cazar, pero hay gente que los usa para justificar su presencia en el monte por si aparece una patrulla, cuando realmente busca un animal para el que no tiene licencia.
Los precintos muchas veces se revenden, según el Seprona. Dicen que en España hay mucho furtivismo, "por tradición y porque tenemos una fauna muy variada". En 2007 hubo 65 detenidos por caza mayor y 44 por menor.
La Federación de Caza es partidaria de intensificar la vigilancia y dar castigos ejemplares. WWF-Adena apunta que falta especiali-zación en los servicios de vigilancia. Las labores del Seprona son básicamente preventivas, pero cuando tienen sospechas montan operativos para desmantelar las redes, como la operación Bambi, en la que hubo doce detenidos.
Objetivos de la caza ilegal
Ayudó a furtivos: Luis, guía de caza
"Me ofrecieron ser guía de caza en una zona cercana a Fuentes Carrionas (Palencia). Acepté porque el campo es mi vida. Ahí se cazaba dentro y fuera de los cotos. Un día vino un cazador y el dueño de la finca me pidió que fuera a una zona a esperar órdenes. Él estaba con el cazador en otra parte y si venía el Seprona yo les avisaba. Así, ellos abandonan los rifles y, si les paraban, no llevaban nada. Estuve 27 días y me volví porque no quería saber nada de esa historia. En este negocio hay mucho dinero y si denunciase me podría meter en problemas serios".
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