Los vecinos de los alrededores del Mercado Central están hartos, desde hace más de tres años, del botellón en la anexa plaza del Mercado, «aunque si nadie lo denuncia, el problema no desaparecerá», se lamenta Domingo Martínez, presidente de los mercados municipales.

El está «harto de recibir las quejas de los residentes». José María Albert, presidente de Corazón de Alicante, que tiene su tienda a pocos metros, corrobora las molestias,

«Entiendo que lo hagan porque les resulte más barato beber; pero junto a esta plaza vive gente que trabaja los fines de semana y no puede dormir por las noches», se queja el comerciantes.

Una transformación radical, puesto que del colorido de la conocida como plaza de las flores, se pasa al paisaje de botellas y desechos. Pero esta diversión nocturna (o incluso diurna, ver foto) tiene los días contados. Tras el verano, darán inicio simultáneamente las obras de impermeabilización del pavimento de la plaza y la renovación de la cubierta del Mercado central.

«Lo peor es que no recogen las bebidas y luego queda todo hecho un asco», comenta Luis Soler, vecino de la zona. Mari Carmen Molina añade que lo peor es el olor a «orines y vómitos». Y otro vecino, Luis Ángel, dice que «molestan como el tráfico».