El Cuerpo Nacional de Policía ya ha identificado, a través del testimonio de los testigos, y trata de detener al supuesto autor del disparo que alcanzó esta madrugada a Diego Fernández M.V., colombiano de 29 años, ha informado a Efe un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. La policía también trata de localizar al hermano del supuesto autor de los tiros, bajo la acusación de agredir con un arma blanca a tres personas.

Los hechos se produjeron minutos después de la una de la madrugada de hoy en el interior del bar de copas Nadiuska, en la calle Juan Español, en el distrito de Usera, cuando los dos hombres, uno de ellos en silla de ruedas, se enfrentaron a un grupo de cinco personas. El minusválido disparó en dos ocasiones pero se le encasquilló la pistola, a continuación efectuó un tercer disparo que hirió en el tórax, a la altura del corazón, a Diego Fernández M.V.

El hermano del hombre en silla de ruedas supuestamente agredió a tres individuos del grupo con un arma blanca, posiblemente un punzón o un cuchillo. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía averiguaron que los supuestos agresores son vecinos de la misma calle, por lo que han registrado el domicilio, donde han hallado una pistola y munición que están investigando.

Los heridos por arma blanca, todos venezolanos, han sido identificados como Jesús Eduardo P.G., de 28 años, Jaime Alexander R.M., de 24, y Víctor Eduardo P.G., de 25, mientras que Doulas Homero A.A., colombiano de 40, resultó ileso. Estos acudieron al hospital Doce de Octubre, donde sólo Eduardo P.G. permanece ingresado esta tarde en estado grave, indicaron a Efe las fuentes policiales.

Todos ellos fueron detenidos en un primer momento, pero ya han sido puestos en libertad excepto Jaime Alexander R.M., ya que se encontraba en situación irregular en España y está pendiente de expulsión.

Cuando llegaron al lugar los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil encontraron al herido de bala en parada cardiorrespiratoria, por lo que le practicaron una toracotomía , técnica que consiste en la apertura del tórax del paciente para practicar un masaje externo del corazón con las manos, tras no conseguir reanimarle con las maniobras habituales, según ha explicado a Efe la jefa de guardia del Samur Elena Gómez.