La niña de Rajoy, más viva que nunca

Uno de los centros de atención del segundo y último debate entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, de cara a las generales del 9-M era la forma en la que se iban a despedir.

Rajoy, pese a las críticas y bromas que desencadenó su metáfora sobre la niña, fue fiel a su final de la semana anterior y volvió a recurrir a la pequeña imaginaria.

Esa niña está en mi cabeza, esa niña es la que mueve mi sentimiento y mi corazón

En el primer enfrentamiento dialéctico con Zapatero, el líder popular protagonizó uno de los momentos más comentados del debate en su exposición final, cuando Rajoy aprovechó su turno de cierre para pedir que una niña pudiera tener en el futuro todo lo mejor: "Yo quiero que la niña que nazca en España tenga una familia y una vivienda, y unos padres con trabajo..."

En el segundo debate no sólo la volvió a mencionar sino que se recreó en la metáfora: "Señoras y señores. Ya termino. El otro día hablé de una niña. En esa niña pienso, en esa niña que va a crecer, que tiene que estudiar, que quiere tener una vivienda. Esa niña está en mi cabeza, esa niña es la que mueve mi sentimiento y mi corazón. Esa niña".

Zapatero, 'a lo Clooney'

Por su parte, Zapatero en el primer cara a cara eligió la despedida ‘a lo Clooney' con la frase "Buenas noches y buena suerte".

En esta ocasión, el líder de los socialistas volvió a recurrir para poner punto y final a la velada a la que ya es una de las frases que pasará a la historia de estas elecciones. Tras su "buenas noches" hizo una pausa, sonrió a cámara y añadió: "...y buena suerte".

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