¿Tiene remedio el fracaso escolar?

  • 3 de cada 10 alumnos de secundaria terminan dejando los estudios.
  • ¿Falla el sistema educativo?, ¿el alumno?, ¿o su familia?.
Casi un tercio de los alumnos de la ESO terminan abandonando las aulas. (ARCHIVO).
Casi un tercio de los alumnos de la ESO terminan abandonando las aulas. (ARCHIVO).
ARCHIVO
Casi un tercio de los alumnos de la ESO terminan abandonando las aulas. (ARCHIVO).

Son muchos los factores que contribuyen a que suframos un alto índice de fracaso escolar. Y lo más complicado es articular los mecanismos para erradicarlo. ¿Dónde está el fallo? En el propio alumno, la familia, los profesores, el sistema educativo... Todos tienen su parte de responsabilidad.

España es uno de los países con mayor paro juvenil y donde más tiempo pasan los jóvenes intentando encontrar un empleo estable. Diferentes estudios demuestran además que las dificultades para encontrar trabajo se incrementan notablemente entre las personas que no alcanzan una titulación básica. Carecer de esta formación multiplica, además, las posibilidades de marginación social.

El 31% de los alumnos de centros educativos españoles no acaba la ESO, mientras que en el resto de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) la media es del 12%. El fracaso escolar es muy superior en los colegios públicos, y el de los hombres duplica al de las mujeres. Los hijos de titulados universitarios tienen un índice de fracaso del 6%, mientras que el del resto de alumnos es del 42%.

Los ministros de Educación de la UE firmaron en 2003 un acuerdo en el que se comprometían a reducir la tasa de fracaso escolar al 10% en el año 2010. Pero no es fácil conseguirlo: detrás de cada abandono escolar hay causas físicas, intelectuales, emocionales, enfermedades, discapacidades, carencias afectivas y un largo etcétera.

Al margen de esas causas, el fracaso escolar puede derivarse de problemas de motivación, ausencia de hábitos de lectura, falta de esfuerzo o técnicas de estudio deficientes.

Poca inversión estatal

En España se invirtió en educación tan sólo el 4,7% del PIB en 2007, mientras que doce años antes, en 1995, el porcentaje era del 5,5%. Además de este descenso, hay que recordar que dedicamos menos dinero a educación que en la mayoría de países de nuestro entorno. De cualquier forma, las verdaderas víctimas de esta historia son los estudiantes que no logran terminar la Educación Secundaria Obligatoria. Un fracaso escolar que, como ha venido sucediendo a lo largo de la historia, se ceba en el estrato sociocultural más bajo.

Un largo pasado de abandonos

El fracaso escolar no es un problema nuevo. Pese al pesimismo que puede transmitir ese dato del 31% de abandonos en la ESO, hay que evaluar el tema con la suficiente perspectiva y ser conscientes de los orígenes del problema. Entre las personas mayores, el porcentaje de los que no lograron terminar sus estudios de Secundaria es mucho mayor que entre los más jóvenes, aunque también es cierto que las circunstancias que ha vivido cada generación son muy diferentes y se pueden hacer muchas matizaciones sobre las causas del fracaso escolar en cada momento. Pese al descenso de las cifras frente a anteriores generaciones, éstas siguen siendo escandalosamente altas.

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