El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes, a través de un real decreto, un paquete de medidas urgentes para la gestión de los recursos hidráulicos y corregir los efectos de la sequía.

La primera medida supone detener el flujo de salida de las reservas de agua en la Cuenca Hidrográfica del Ebro (CHE), donde todos los grandes sistemas de regadío están en una situación de emergencia. La segunda, transferir agua en la zona occidental de Andalucía para aliviar los efectos de uno de los inviernos más secos de los que hay registros.

El real decreto otorgará a la CHE la capacidad de tomar medidas que garanticen el abastecimiento humano. Entre ellas, podrá adoptar restricciones en la utilización del dominio público hidráulico , así como modificar temporalmente las condiciones de uso.

También se podrá exigir a los usuarios la instalación inmediata de dispositivos de modulación, regulación y medición. Asimismo, el presidente de la CHE podrá ordenar la clausura temporal de las instalaciones de tomas de agua o vertido.

Las zonas más complicadas

Se concreta un régimen sancionador para las infracciones de las medidas excepcionales incluidas en el real decreto de acuerdo con la gravedad de las mismas. Su período de aplicación se extenderá hasta el próximo 30 de noviembre.

Según la referencia del Consejo, la situación es complicada en las zonas reguladas de La Rioja, Aragón, Navarra y Cataluña, y de normalidad en las cuencas del Bayas, Zadorra e Inglares y en el eje del Ebro. La semana pasada no se registraron lluvias en todo el país y las precipitaciones caídas en 2007 estuvieron un 20% por debajo de la media del periodo 1971-2000, según datos del Ministerio de Medio Ambiente.