El presidente francés Nicolas Sarkozy, ha presidido la puesta de largo del nuevo tren de alta velocidad fabricado por Alstom, capaz de desarrollar 360 kilómetros por hora, e indicó que se sentía "emocionado" por comprobar el avance de la tecnología francesa.

Junto a Sarkozy, presidió el acto, el presidente y consejero delegado de Alstom, Pratrick Kron, que indicó que la principal aportación de este tren es "tener la fuerza motriz distribuida a lo largo del convoy, con lo que se gana en espacio para el viajero y se ahorra energía al no tener que emplear cabezas tractoras".

El nuevo tren, AGV (Automotriz a Gran Velocidad) combina la arquitectura de los trenes articulados de 'bogie' compartido entre los coches, como en los AVE Madrid-Sevilla, con el nuevo sistema de tracción distribuida.

Gracias a su diseño y tracción, el AGV puede alcanzar una velocidad de 360 kilómetros a la hora, para lo que ha aprovechado los desarrollos técnicos realizados por el tren experimental que alcanzó en el 3 de abril del 2007 los 574,7 kilómetros por hora, récord mundial de velocidad sobre raíles.

Además, consume un 15% menos de energía, con lo que su eficiencia se sitúa en el 97%. Sus motores ocupan un tercio menos de espacio que los convencionales, siendo su mantenimiento más sencillo y barato.