La cirugía estética gana adeptos en España. Cada año, cerca de 400.000 personas pasan por el quirófano para retocar su físico y, aunque no está estratificado por edades, se cree que alrededor de un 10% de estos consumidores son menores de edad, según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

Los expertos ya han dado la voz de alarma sobre una tendencia que puede provocar problemas en su desarrollo y que, hasta ahora, no cuenta con una regulación legal: los menores solo precisan de un consentimiento paterno para retocarse, pero desde los 16 años pueden hacerlo si se considera que tienen madurez suficiente, según escribe María R. Sahuquillo en El País. Además, no existe ninguna limitación para que un médico intervenga a una persona que no haya cumplido los 18 años.

"Puede parecer una anécdota, pero las jóvenes que llegan con fotografías de famosos para explicar pque quieren unos labios como los de Angelina Jolie son frecuentes", explica Pilar Rodrigo, presidenta de la SEME, en unas declaraciones recogidas por ese rotativo, en las que indica que las cirugías más demandadas son la implantación de prótesis mamarias.

Rodrigo es muy explícita respecto a las operaciones de menores: son desaconsejables excepto en determinadas excepciones, como otonoplastias (operaciones de orejas) o reducción de mamas en casos de malformaciones.

Pisar el freno

Es por ello que algunas comunidades buscan poner freno a esta tendencia, como se ha propuesto Andalucía, donde será necesario un examen psicológico previo antes de este tipo de intervenciones para evaluar el grado de madurez del paciente.

Esta medida, sin embargo, no es la más acertada para algunos médicos que consideran que la solución reside en "evitar la publicidad engañosa".

Otros, como Rodrigo, sí apoyan un cambio en la legislación pero acompañado del control publicitario.

"Los jóvenes son especialmente vulnerables a las campañas en las que imperan determinados cánones de belleza", explica sin dejar de recordar que la cirugía "conlleva sus riesgos".