La N-260 entre Biescas y Sabiñánigo, la A-136 entre Formigal y Biescas y la N-330 entre el Alto de Monrepós y la autovía, donde coinciden vehículos que vienen del valle de Tena y del valle del Aragón, son los tramos más saturados, según la Jefatura Provincial de Tráfico de Huesca.

«Al ampliar la zona de aparcamiento de Formigal, este año está subiendo más gente y esa carretera se satura, sobre todo los domingos por la mañana o a la hora de regreso», explican. El pasado fin de semana, entre Formigal y Sabiñánigo circularon 7.000 vehículos y por Monrepós pasaron 8.000, cuando lo habitual son 2.000 o 2.500, por lo que el tráfico fue más lento.

Las carreteras que unen Benasque con Campo y con Cerler también han sufrido retenciones los últimos fines de semana, aunque los responsables turísticos de la zona explican las razones. «Los sábados y domingos por la tarde bajan demasidados coches, pero el problema es que muchos no llevan cadenas o no saben ponerlas y paralizan la circulación si hay nieve», señalan.

Hay 240 pistas abiertas

Astún dispone de 36 pistas con nieve dura y espesoresentre 25 y 65 centímetros. En Candanchú abren 35 pistas con 30-40 centímetros de nieve dura. En Cerler, con 45 pistas, hay nieve polvo y 125 centímetros de espesor. Formigal tendrá en marcha 74 pistas con nieve polvo y dura, y Panticosa, 33 pistas con espesores entre 20 y 70 centímetros. Javalambre tiene 8 pistas abiertas con nieve dura y primavera, y Valdelinares, 9 con espesores de unos 100 centímetros.