En esta XXII edición de los Premios Goya, la categoría de la Interpretación Masculina está reñida por una pugna entre la vieja escuela y la nueva.

Por parte de los veteranos, dos nominados de gran altura: Alfredo Landa y Álvaro de Luna.

Por parte de la juventud, dos actores que les siguen los pasos: Tristán Ulloa y Alberto San Juan.

¿Qué decir de Alfredo Landa? El actor pamplonica no necesita presentación. Encarnó durante toda su juevntud al "españolito de a pie" y más tarde demostró que era un actor de los pies a la cabeza: Los santos inocentes, La vaquilla y El bosque animado son sólo alguno de los ejemplos de su gran valía, que le han hecho merecedor del Goya Honorífico, que recogerá en esta misma ceremonia. José Luis Garci y su Luz de domingo, le han proporcionado la candidatura a Mejor Actor.

En cuanto a Álvaro de Luna, aunque ha sido un actor forjado en teatro y televisión (Farmacia de guardia, La barraca, Curro Jiménez) no le han faltado proyectos cinematográficos como Silencio roto, de Moncho Armendáriz, El viaje de Carol, de Imanol Uribe y El prado de las estrellas, de Mario Camus, por el que ha sido nominado.

También se forjó en teatro Alberto San Juan, concretamente en la compañía Animalario, donde también destacaron Ernesto Alterio y Guillermo Toledo. En cine, este joven actor realizó grandes interpretaciones en Airbag, de Juanma Bajo Ulloa, y El otro lado de la cama, por el que fue nominado al Goya al Actor revelación. Ahora, con su papel en Bajo las estrellas, opta a la categoría principal.

Por su parte, Tristán Ulloa que el año pasado se atrevió a dar el paso de actor a director con Pudor, ha destacado en filmes como Lucía y el sexo, Mensaka, Los sin nombre y Salvador (Puig Antich). Su nominación este año viene de la mano de Mataharis, de Iciar Bollaín.