El delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, Máximo Díaz-Cano, dio hoy por esclarecido el crimen de hostelero Manuel de la Torre, en Valdepeñas (Ciudad Real), que falleció el día 5 de junio de 2007, tras las detención de dos rumanos como posibles autores y la confirmación de la existencia de pruebas que les relacionan directamente con el crimen.

En rueda de prensa en la Comisaría de Valdepeñas, Díaz-Cano recordó que De la Torre fue atacado en un garaje cercano su negocio el día 22 de mayo de 2007, con el robo como móvil, y que fue golpeado con una barra de hierro, por lo que tuvo que ser trasladado al Hospital Virgen de la Salud, de Toledo, donde no pudo superar un traumatismo craneoencefálico severo y falleció el día 5 de junio.

Dos pasamontañas incriminatorios

En el lugar del suceso, según relató el delegado del Gobierno, la Policía Nacional de Valdepeñas recogió varios elementos que han sido determinantes para la resolución del caso, entre ellos, varios objetos personales del fallecido y dos pasamontañas, que luego se confirmó que eran de los atacantes.

En los objetos personales se detectaron huellas dactilares que no se correspondían con ninguna persona fichada en España y de las pruebas de ADN realizadas en los pasamontañas se confirmaron dos perfiles genéticos correspondientes a dos varones.

El trabajo de la autoridad judicial y la colaboración de la Guardia Civil, que aportó datos al caso que investigaba la Policía Nacional de Valdepeñas y la Brigada Judicial de la Comisaría Provincial, se complementaron con la ayuda solicitada y prestada por la Europol y la Interpol.

Así, ese esfuerzo conjunto dio como resultado que se pudieran localizar las fotografías de dos posibles sospechosos, los rumanos S.A.V., de 28 años, y V.I.N., de 27 años, que abandonaron Valdepeñas el mismo día de la agresión y cuya pista fue perdida horas después en Villarrobledo (Albacete), donde se alojaron en un hotel y abandonaron su vehículo por una avería.

Detenidos en diciembre

Con este datos, en el otoño pasado, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valdepeñas, que lleva el caso, dio la orden internacional de detención, que dio sus frutos en diciembre pasado, al ser localizados los sospechosos en Hungría.

Trasladados a España, se comprobó que las huellas dactilares que fueron halladas en la cartera del hostelero, para cogerle el dinero, pertenecen a S.A.V, mientras que los perfiles genéticos de los pasamontañas corresponden, respectivamente, a los dos presuntos asesinos, que están ingresados en la cárcel de Herrera de la Mancha.

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