"Sólo nos faltó ver a Álex de la Iglesia bailando flamenco"

John Hurt y Elijah Wood, en la presentación de 'Los crímenes de Oxford'.
John Hurt y Elijah Wood, en la presentación de 'Los crímenes de Oxford'.
JORGE PARIS
John Hurt y Elijah Wood, en la presentación de 'Los crímenes de Oxford'.
Se estrena en España Los crímenes de Oxford, una producción española rodada en inglés con un reparto de lujo: Elijah Wood, el inolvidable Frodo de
El Señor de los Anillos, y John Hurt, uno de los actores más respetados del firmamento cinematográfico, se pudieron a las órdenes de Álex de la Iglesia. Los dos actores presentan ahora la película y coinciden en que la experiencia de trabajar con el bilbaino sólo puede definirse como única.

En la película se incide en su relación de maestro y discípulo. ¿Ocurrió lo mismo en el rodaje?

Elijah Wood: No, en absoluto. Admiro muchísimo a John y, a veces, sentía que me enseñaba cosas, pero nunca se portó como un profesor.
Cuando les propusieron rodar con un director español, ¿pensaron que bailarían flamenco o aprenderían a torear?

John Hurt: Habría sido interesante ver a
Álex de la Iglesia bailar flamenco, pero no pudo ser... No, no soy tan limitado como para pensar que España es sólo flamenco, que por otra parte es una música y un baile muy interesantes. No soy una persona que se deje llevar por clichés. Tampoco pienso en nacionalidades cuando me hablan de un proyecto, sino en las personas con las que trabajaré. Y las cosas cambian rápido: viví en Ibiza hace casi cuarenta años, y ahora está irreconocible. Creo que es sitio del mundo que más ha cambiado en este tiempo.
(A Elijah Wood) ¿Cómo valorarías tu evolución como actor? En Los crímenes de Oxford haces uno de tus primeros papeles totalmente adultos.

EW: Creo que lo que hace más adulto a este personaje es el componente de sexualidad, de escenas de amor con Leonor. Además, Martin -su personaje en la película- es muy complejo: empieza siendo muy idealista y seguro de sí mismo pero, con el paso de los minutos, cada vez tiene más dudas y percibe que no todo depende de su habilidad con los números.
¿Como definirían a De la Iglesia?

JH: Álex me fascinó desde que le conocí. Es un tipo muy apasionado pero, al mismo tiempo, también intelectual, y esa mezcla me parece perfecta.

EW: No conocía ni a Álex ni su trabajo anterior, pero desde el primer momento me atrajo el guión. Cuando le conocí personalmente me sedujo su humor, su sensibilidad y la pasión que irradia por el cine y por la vida. Enseguida tuve la sensación de que era alguien a quien conocía hacía ya tiempo y, al despedirnos, pensé que era imposible rechazar su propuesta. Luego, rodando con él, uno admira su creatividad, y agradece la fe que tiene en sus actores. Tiene una gran habilidad para crear un ambiente muy relajado.
¿Y cuándo se conocieron ustedes?

J.H: En una cena muy agradable, con nuestras respectivas parejas. Fue una velada sobria, correcta, normal. No pudimos confesarnos todos nuestros pecados y miserias: ¡esperamos a que las chicas nos dejaran solos!

E.W: Recuerdo que John llevaba el pelo muy largo, era como un león. Me impresionó, pero también pensé: ¡espero que se corte el pelo antes de rodar la película!
La película mezcla suspense, humor y largas charlas científicas: ¿no temían una mezcla tan extraña?

J.H: En la vorágine de un rodaje no tienes tiempo para dudas ni elucubraciones, aunque a veces pensaba "¿no sería más fácil hacer una del Oeste, y decir cosas más sencillas?".

E.W: Es cierto que la cantidad y dificultad de los diálogos suponían un desafío, pero creo que salimos airosos. Ayudaba a superar cualquier duda el entusiasmo de Álex, su excitación, que provocó momentos divertidos y de una creatividad muy intensa.
Pero la película habla de matemáticos: no son precisamente los tipos más divertidos del mundo...

JH: Casi todos éramos malos en el colegio en esa asignatura y probablemente por eso nos provoca respeto, pero tengo amigos matemáticos y no son ni pesados aburridos, aunque sí algo obsesivos. Uno de mis mejores amigos es un científico checo y te diría algo más: ¡una de sus grandes obsesiones es disfrutar la vida a lo grande!
¿Cuáles son sus próximos proyectos?

EW: Quiero producir y protagonizar una película sobre la vida de
Iggy Pop, pero es un proyecto independiente para el que necesito aún financiación. También pondré una de las voces de
Nine, una película de animación que producirá
Tim Burton y, mientras la huelga de guionista tenga paralizados proyectos, me concentraré en la discográfica que acabo de crear.

JH: En febrero empiezo a rodar la próxima cinta de
Jim Jarmusch -Wood se muestra fascinado y envidioso-, con el que ya trabaje en
Dead Man, y después quiero rodar el nuevo guión de los guionistas de
Sexy Beast, una película que se llamará
44 Inch Chest (
Un pecho de un metro).
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