El Defensor del Pueblo detecta "carencias" en la prisión de Archidona que se utiliza de CIE

  • Reprocha que no existan servicios médicos, horarios para actividades, orientación jurídica o derecho a visitas de familiares en condiciones de intimidad.
  • Pide que se sustituya la gestión de los agentes antidisturbios, por no ser la adecuada para un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE)
La prisión de Archidona que se usa como CIE.
La prisión de Archidona que se usa como CIE.
EFE
La prisión de Archidona que se usa como CIE.

El Defensor del Pueblo,  Francisco Fernández Marugán, ha detectado numerosas carencias en las instalaciones de Archidona en las que se encuentran internados más de medio millar de ciudadanos extranjeros. Denuncia que no todos los servicios están aún operativos en la instalación, que los internos permanecen en el patio desde el desayuno hasta la cena sin acceso al resto de zonas comunes y a los baños y que la gestión directa con los internos la realicen agentes antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

"A pesar de que las instalaciones presentan mejores condiciones arquitectónicas que cualquiera de los CIE actualmente en funcionamiento, el Defensor tiene dudas sobre la idoneidad de su empleo para este fin, dado que las mismas habían sido designadas ya como centro penitenciario", apunta . No obstante, para la Institución resulta relevante que dicho centro no haya iniciado su actividad penitenciaria.

El Defensor reconoce el esfuerzo de los funcionarios de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras para habilitar estas dependencias; sin embargo, considera que la premura en la puesta en marcha de este centro supone que no todos los servicios, incluso algunos elementales, estén operativos. Los internos permanecen en el patio desde el desayuno hasta la cena (excepto para la comida) sin poder pasar al resto de zonas comunes, incluido los baños. Esta ausencia de horario y actividades favorecen los incidentes entre los internos. Otra medida que para el Defensor no favorece la normalización de la convivencia en el centro es que la gestión directa con los internos la están realizando agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) con su uniformidad e instrumentos habituales.

La Institución también ha constatado que no se están respetando las reglas mínimas para la custodia de las personas internadas en un CIE (carencia de atención sanitaria suficiente, información normas mínimas de funcionamiento del centro; ausencia horario y actividades, etc). Según el relato de los internos entrevistados, el traslado al centro se realizó con los ciudadanos extranjeros unidos por la muñeca contraria mediante bridas. En cuanto a las visitas de familiares se realizan en locutorios cerrados con mamparas aislantes de cristal, mediante teléfono y la privacidad no está garantizada.

Al Defensor también le ha llamado la atención que en los autos de autorización de internamiento que se han emitido por órganos judiciales de diferentes localidades (Alicante, Almería, Cartagena, Elche, Lorca o Vera) no consta el lugar exacto en el que se produjo la detención de cada una de estas personas cuando la norma establece que el juez competente es el del lugar de la detención.

Con independencia de que las condiciones arquitectónicas del centro sean mejores que las de cualquier CIE, las carencias detectadas no permiten considerar que los servicios sean similares a los de los centros de internamiento. La Institución ha formulado sugerencias para que los internos gocen de los mismos derechos y garantías que en un Centro de Internamiento de Extranjeros, entre las que figuran: sustituir a los agentes de custodia, reconocimientos médicos, establecer asistencia médico sanitaria y establecer orientación jurídica y social, entre otras.

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