Un estudio, elaborado por grupos de investigación de las universidades A Coruña, Oviedo y Minho, concluye que los deberes escolares favorecen a lograr "un mayor rendimiento", pero advierte de la necesaria "proporcionalidad" en las tareas encomendadas y concede una mayor importancia a la "calidad" y al 'feedback' del profesor que a la cantidad y al tiempo dedicado a ellas.

Los resultados del 'informe sobre los deberes escolares', elaborado tras cuatro años de trabajo, han sido presentados este lunes en Santiago con la presencia, entre otros, del conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez, y del investigador Antonio Valle, quien se encargó de detallar algunas de las principales conclusiones de este trabajo.

Valle ha incidido en la urgencia de este estudio sobre un tema "de enorme interés social", en el que coinciden por un lado el intercambio de opiniones "emocionales" (e incluso "viscerales") en términos absolutos (deberes sí o deberes no) con la contradicción de que existe una ausencia investigadora importante sobre el tema y, por tanto, una falta de datos de base para trasladar un argumento "fundamentado".

Una de las conclusiones a las que ha llegado este colectivo de investigadores es la importancia de la calidad del proceso por encima del número de deberes, constatando además la importancia del contexto del alumno y del centro a la hora de determinar la conveniencia de las tareas.

El estudio evidencia que "es mejor hacer deberes que no hacerlos", dado que los beneficios que ofrecen son "mayores" para el rendimiento del alumnado que los perjuicios que puedan provocar y que, a su vez, se pueden corregir.

EL TIEMPO NO ES RELEVANTE

A pesar de ello, Valle apunta a la necesidad del aprovechamiento y de la correcta gestión del tiempo a la hora de enfocar las tareas, una cuestión en la que es necesario "tratar de mejorar".

Es en este aspecto donde el estudio ha constatado un dato "preocupante", puesto que se ha detectado "un peor aprovechamiento" del tiempo de deberes "a medida que se avanza de curso". Este factor se da, sobre todo, en secundaria, donde se constata una peor gestión del tiempo (58,3% obtienen aprovechamiento bajo o medio), a diferencia de primaria, con mejores resultados (un 73,7% alto, frente un 26% bajo o medio).

Los datos muestran que solo el 9,4% en primaria y el 13,4% en secundaria dedican más de dos horas a estas tareas, aunque Valle ha cuestionado esta variable, dado que "puedes estar mucho tiempo y no obtener beneficios".

El investigador advierte, en ese sentido, que el tiempo que dedica el alumno a los deberes "no es para nada lo más importante", sino que resulta mucho más determinante el modo en el que gestiona el momento diario dedicado a estas tareas.

Es a partir de este punto donde el profesorado debe asumir un papel "fundamental", señala el informe, dado que el 'feedback' y la respuesta dada por parte del docente al resultado de una tarea será determinante para la percepción del alumno y para el correcto desarrollo del proceso de aprendizaje.

DESARROLLO DE LA "AUTONOMÍA"

Uno de los aspectos en los que incide este informe es la importancia de estas tareas para fomentar la autonomía del alumno. Valle ha lanzado un mensaje a los padres para recordar que "llevar de la mano" a los hijos en esta cuestión es "contraproducente" para el proceso de aprendizaje.

"Los deberes son para los hijos, no para los padres", ha insistido, advirtiendo de que uno de los valores más importantes es que el alumno "se enfrente de forma autónoma" a la resolución de estas tareas, que es la principal razón por la que "no pueden hacerse en la propia aula".

Por ello, el investigador ha advertido de la importancia de que las administraciones hagan "un diseño más ajustado" de estas tareas para que se adapten "a las necesidades del alumno".

"La clave es la gestión que puedo hacer de ese tiempo de deberes", ha insistido, apelando a que "si hay un exceso de deberes" en algún caso "habrá que reducir" ese número de tareas.

El investigador ha considerado así que no existe "una relación de causa-efecto" sobre el número de deberes y los resultados académicos, dado que se trata de un debate "complejo" en el que intervienen factores sociales, contextuales o incluso de recursos dedicados por la administración, entre otros.

En este sentido, ha apelado a ser "rigurosos" a la hora de plantear un debate como este. "No podemos atribuir a los deberes las bondades o maldades de un proceso educativo", ha insistido, criticando las opiniones "de escaso fundamento" y sin datos de base realizadas desde algunos movimientos sociales.

APELAR AL "SENTIDIÑO"

También presente en el acto, Román Rodríguez ha pedido "no hacer" de los deberes "un campo de batalla entre las familias y los profesores", sino "una reflexión" sobre los aspectos positivos y negativos de este modelo, apelando al "sentidiño" y a la "proporcionalidad".

Rodríguez ha rechazado, así, un debate de "deberes sí o deberes no", apostando por una "reflexión" basada en datos fiables.

En este sentido, ha valorado la importancia de elaborar las tareas "desde la diversidad" y la pedagogía para aportar "una mayor capacidad" e incentivar además, la cultura del esfuerzo, frente a otra serie de ejercicios "que sobrecargan" por ser repetitivos y por no estar adaptados a la realidad del centro y de los alumnos.

El conselleiro de Educación ha defendido la importancia de la "autonomía" de los centros par fijar en su programación general estas tareas teniendo en cuenta su encaje en al vida familiar, los ritmos de aprendizaje de los alumnos, el tiempo de ocio y el fomento de la responsabilidad.