Agentes de la Guardia Civil han desarticulado, con la detención de 21 personas, una banda criminal supuestamente implicada en más de cien hechos delictivos, principalmente robos y hurtos en viviendas, comercios y sustracciones de productos del campo en las comarcas de Camp del Túria y la Hoya de Buñol, en la provincia de Valencia.

Los detenidos en la operación 'Pitufines' son diez adultos, de entre 22 y 44 años, y once menores. Según ha constatado la Guardia Civil, se trataba de un grupo "perfectamente organizado con una distribución de funciones claramente establecida", y entre sus miembros contaban con recolectores, transportadores y vendedores. Así, mientras algunos de sus miembros realizaban la "recolección" otros vigilaban para alertar por si hubiera presencia policial.

Los agentes han practicado tres registros en Cheste (Valencia), donde se incautaron de efectos por valor de 60.000 euros, entre ellos, más de dos toneladas de almendras y multitud de elementos electrónicos, según ha informado la Delegación del Gobierno en comunicado.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, ha informado en Chiva de la operación, que se inició el pasado mes de abril por los agentes de la Guardia Civil de la localidad. La intervención se ha realizado en el marco de los planes contra el robo en viviendas, mejora de la seguridad en el sector del comercio y contra las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas.

Moragues ha felicitado a los agentes de la Guardia Civil por su "excelente trabajo" que, tras meses de investigación, ha permitido llevar a cabo las detenciones "demostrando una vez más la eficacia y rápida respuesta de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad".

La fase de explotación de esta operación culminó el pasado día 17 de octubre con el arresto de los 21 presuntos implicados, siete mujeres y 14 varones, de nacionalidades española y búlgara e implicados en distinto grado en diversos delitos.

Entre ellos, se les atribuye robo con fuerza en las cosas en interior de viviendas y establecimientos comerciales; hurto; hurto de frutos del campo; apropiación indebida; daños; defraudación de fluido eléctrico; asociación ilícita; daños; delito contra la seguridad colectiva por cultivo y tráfico de cannabis; delitos contra la administración de justicia (encubrimiento) y contra el orden público (atentados contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos, y de la resistencia y desobediencia).

El cabecilla de la organización presuntamente planificaba y seleccionaba las viviendas y comercios que iban a ser robados utilizando a menores de edad para la comisión de los delitos. Los menores actuaban conjuntamente con varios miembros de la organización, obteniendo previamente información, controlando las rutinas, hábitos y horarios de entrada y salida de los comerciantes y vecinos.

Los ladrones aprovechaban el momento en que los dueños no se encontraban en el interior para asaltar las viviendas y comercios de donde se apoderaban de objetos de valor. Los robos se ampliaron a casas de campo, chalés y viviendas aisladas y diseminados.

ROBOS EN CAMPOS Y ALMACENES

Los miembros de la organización sustraían también las almendras, de los campos de la comarca de diferentes municipios de la Hoya de Buñol-Chiva y del Camp de Túria y de los almacenes donde eran guardadas por los propietarios hasta su traslado a la cooperativa.

El grupo actuaba bajo la dirección del cabecilla de la organización, que señalaba los lugares y el momento idóneo para sustraer la almendra. Cada uno de los miembros de la red realizaba un rol diferenciado y previamente acordado dentro de la estructura jerarquizada. La variedad de almendra sustraída elegida era, en la mayoría de los casos, la marcona, por ser la más cara del mercado.

Se han recuperado más de 300 efectos procedentes de los robos. Entre estos se encuentran teléfonos móviles, tablets, televisores, ordenadores portátiles, libros electrónicos, play station y juegos cámaras de fotografía, equipos informáticos, DVD, pequeños electrodomésticos, aparatos electrónicos de música, un proyector, bicicletas de montaña y carretera, joyas, sillas de bebés, una silla de ruedas, cajas de herramientas, material de obra, varias armas prohibidas (munchacos), armas blancas, puñales, bastones, un bate de béisbol, varias escopetas aire comprimido y 44 sacos con 2.300 kilos de almendra.

El total de almendra sustraída en la zona ascendía a unos 2.300 kilogramos, con un valor en el mercado cercano a los 7.500 euros. Se han intervenido además las diferentes herramientas que usaban los autores de los hechos para forzar y fracturar las puertas, rejas y ventanas de las viviendas y comercios a las cuales accedían.

La operación ha sido desarrollada por la Guardia Civil de Chiva, con el apoyo de las distintas Unidades Territoriales de la Comandancia, del Equipo de Policía Judicial de Riba-roja del Túria y agentes de la Policía local de Chiva, Cheste. Los detenidos han pasado a disposición del Juzgado número 4 de Requena (Valencia) y a la Fiscalía Provincial de Menores de Valencia.