Borrell: "Convocar elecciones en Cataluña sería muy razonable"

  • La intervención del exministro socialista fue una de las más aclamadas en el acto por la unidad de España y la convivencia celebrado el domingo en Barcelona.
  • "En la vida se puede desafiar o dialogar, pero mantener las dos cosas a la vez es difícil".
  • "El independentismo tiene un gran aparato de propaganda al que no hemos dado respuesta", lamenta.
  • Asegura que le halagan los comentarios positivos de estos días, pero que ya no tiene ambición personal.
Josep Borrell, ministro de Exteriores.
Josep Borrell, ministro de Exteriores.
EUROPA PRESS
Josep Borrell, ministro de Exteriores.

Josep Borrell (La Pobla de Segur, Lleida, 1947) lleva tiempo diciendo que está de retirada en la política, pero tiene la capacidad de reaparecer en momentos clave para poner voz a lo que muchos ciudadanos piensan y sienten. El domingo pasado no fue una excepción: su intervención en el acto por la convivencia y la unidad de España convocada por Societat Civil Catalana en Barcelona fue una de las más celebradas.

Secretario de Estado y ministro en gobiernos de Felipe González, entre 1984 y 1996, y presidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007, asegura vivir un momento de "cierta tristeza" porque Cataluña y España han llegado a una situación a la que "nunca" deberían haber llegado. Afirma que es necesario "construir un relato alternativo" al de los independentistas y plantear en positivo la pertenencia de Cataluña a España.

¿Cómo se siente tras el éxito del acto del domingo?

Superó todas las expectativas de participación. Se esperaba mucha gente, pero no tanta. Una parte de la sociedad catalana se había sentido sin voz y fue a expresarse. ¿No es extraño, no? La presidenta del Parlament se permite decir que los no independentistas no son catalanes, es lógico que haya una parte de los catalanes que se sientan excluidos. No se puede excluir a la nadie de la ciudadanía por sus ideas políticas.

Usted ha publicado varios libros para desmontar el relato independentista. ¿Pero por qué otras voces han tardado tanto en hablar? ¿No hay un cierto fracaso en esa tardanza?

Hay que hacer una severa autocrítica y me incluyo, aunque haya intentado contradecir el discurso independentista. Pero es verdad que se ha tardado mucho tiempo en enfrentarse a su poderosísimo aparato de propaganda al que no hemos dado respuesta. El nacionalismo indepententista domina la sociedad, los medios de comunicación, los circuitos económicos y culturales, y en Cataluña y fuera de Cataluña no le hemos dado respuesta. Han ganado la batalla del relato o de la opinión por incomparecencia del contrario.

¿Cómo van a dar continuidad a la la manifestación?

No he hablado con nadie, porque era un invitado que no se representaba más que a sí mismo, o quizá a quienes han alzado su voz. Pero si no se le da continuidad, el acto no servirá. Si no se toma la cosa en serio y no se ponen los mismos medios de los que ellos disponen desde el punto de vista de la capacidad de influir, no va a servir de mucho.

¿Echó en falta mayor presencia del PSC y a Sánchez?

No noté la ausencia de Pedro Sánchez. Era una manifestación para hacer oír la voz de parte del pueblo de Cataluña. Todo el mundo es bienvenido, pero había riesgo de desvirtuarlo si aparecía como una acción de los partidos a nivel estatal.

¿Habló con el PSC antes de asistir?

Sí, soy un militante disciplinado.

En su intervención pidió no boicotear productos catalanes, ¿cree que calará el mensaje?

Hay que hacer lo posible para que cale. Si yo fuera un trabajador catalán en paro porque en el resto de España me hacen boicot, sería difícil convencerme de que me quieren. Como hagamos un concurso de agravios, de aquí no salimos. Cuando se llamó al boicot de los productos catalanes, se cometió un error político garrafal ¿Qué culpa tendrá el trabajador o el empresario de que haya una discrepancia sobre la interpretación de la constitucionalidad del Estatut?

¿Qué Puigdemont renuncie a la declaración unilateral de independencia (DUI) es condición previa para que se pueda hablar?

En la vida se puede desafiar o dialogar, pero las dos cosas a la vez son difíciles.

Hemos visto la intervención del rey, la manifestación del domingo y la marcha de empresas. ¿Qué puede pesar más a Puigdemont para frenar sus planes?

La Jefatura del Estado no parece que le vaya a impresionar, porque ellos dicen que Cataluña es soberana jurídica y políticamente. Pues si es así, poco les va a importar lo que diga el jefe del Estado vecino. Pero sería sorprendente que no pulsara el sentir de parte importante de sus conciudadanos y, si tiene los pies en el suelo, tiene que preocuparle la marcha de empresas. De momento dicen que no tiene importancia, que es como si cambiaran la dirección postal. ¿Pero sabe qué le pasaría a La Caixa y al Banco Sabadell si realmente Cataluña fuera independiente? Que el Banco de Europa exigiría que se trasladaran todos sus servicios operativos, miles de puestos de trabajo cualificados que se perderían en Cataluña.

¿Si hay DUI, qué salida le queda al Estado?

Depende de qué se haga y cómo. Hay que esperar, y la respuesta tendrá que ser proporcionada.

¿Se abriría entonces la puerta a la aplicacion del artículo 155 de la Constitución?

No hay que anticipar lo que pueda ocurrir, porque con eso contribuimos a elevar la tensión.

¿Convocar elecciones sería parte de la solución?

Parecería muy razonable. Si por ejemplo la señora Colau dice "ni 155 ni DUI", la única salida es ir a elecciones y que se abra el Parlamento, que el Parlamento funcione. ¿A ustedes no les sorprende que se diga que hay que buscar mediación? Hay tantos mediadores que al final tendremos que buscar un mediador para que medie entre ellos, y mientras tanto tenemos el Parlamento cerrado. Esto no es serio: abra el Parlamento y hágalo funcionar.

¿Si tras las elecciones hubiera mayoría de no independentistas, contemplaría un pacto entre esos partidos?

Algún pacto habrá que hacer, cuanto más amplio mejor. ¿Por dónde empezar? Logicamente por los más próximos entre sí, los no independentistas. ¿Es suficiente? Probablemente no, y habrá que conseguir ampliar el ámbito del pacto. Porque claro, aquí hay dos mitades y, si el pacto es de una mitad contra otra, no sé si resolvemos el problema.

Estos días en las redes se dice: "Borrell sería un buen candidato". ¿Cómo se siente, es una posibilidad?

Estoy sorprendido por el eco de mis palabras, no hay para tanto. Me siento halagado, pero tengo casi 71 años y estoy retirado de la política y hasta de mi condición de catedrático de la Universidad Complutense. Estoy dispuesto a participar en los debates de los que depende el futuro del país, pero ya no tengo ambición personal.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento