Reservial surge a instancias del grupo FEM de la Universidad de Barcelona y está financiado por la Fundación BBVA dentro de los únicos cinco proyectos anuales que sufraga, con una dotación de 99.946 euros en dos años y también cuenta con la colaboración de la Fundación Nueva

Cultura del Agua.

El biólogo y responsable de comunicación del proyecto, Toni Herrera, ha contado en una jornada de trabajo que básicamente se trata de aplicar una herramienta informática, que es el programa Marxan desarrollado en Australia, para "objetivizar y sistematizar" las RNF.

Ha expuesto que hasta ahora se habían buscado tramos prístinos de los ríos, pero puede suponer "desperdiciar muchos recursos porque no garantiza nada en concreto, ya que se podían estar conservando tramos similares".

Esta herramienta "permite objetivizar y sistematizar la selección de las RNF porque se trabaja con toda la información del territorio" que en este caso es la Cuenca del Ebro. En el programa informático se ha volcado toda la información proporcionada por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que comprende desde la geología, la hidrogeología, la calidad de las aguas, la biodiversidad y las distintas especies.

En una primera fase se ha trabajado toda la información y luego se ha desarrollado un proceso de participación de talleres en la CHE para intentar consensuar unos objetivos y decidir qué criterios se establecen y qué tramos hay que proteger para lograr esos objetivos.

TRAMOS

"Es una herramienta que se facilita a la administración y que aplica en función de las necesidades que se determinen", ha aclarado Toni Herrera en declaraciones a Europa Press.

El segundo año se han cruzado datos, se ha comprobado que es viable y se puede aplicar en la realidad para tener unos objetivos "razonables" tras observar que "la actual red de RNF no es muy desproporcionada a lo que el programa informático nos dice", ha señalado.

Al respecto, ha explicado que si el programa informático "corre en libertad incluye parte de las reservas establecidas lo que revela que la actual reserva no estaba mal planteada pero para asegurar la conservación de toda la biodiversidad de la cuenca faltan tramos".

Toni Herrera ha relatado que en la cuenca del Ebro hay 25 RNF que comprenden algunos cientos de kilómetros, pero tendría que haber 800 kilómetros más para llegar a un total de 1.200 kilómetros a proteger, "que con el tiempo se puede hacer," para cubrir los objetivos, de los que el primero es proteger la biodiversidad de la cuenca como peces invertebrados acuáticos y diatomeas, "que es algo raro que se considere porque es un grupo difícil de determinar".

Este científico ha narrado que se han tenido en cuenta distintas tipologías de las geomorfología de río para que, en al menos 25 tramos, estén todas las especies amenazadas de modo que si se establecen cien tramos se aseguraría que, ante un vertido, estarían en, al menos, esos 25 tramos, que es un "número viable y también desde el punto de vista de la conservación".

Estos resultados se pueden visualizar en un mapa en el que se han subdividido el río en casi 10.000 subcuencas de un kilómetro porque se trabaja a un nivel de detalle "muy profundo".

OTROS USOS

Herrera ha sintetizado que "lo que se deduce es que con un poco más de esfuerzo en la declaración de Reservas Naturales Fluviales se garantiza la protección de toda en la Cuenca del Ebro con la incorporación de las especies amenazadas y la geomorfología de la cuenca".

El declararlo como RNF incorpora medidas de uso publico o declarar la

reserva a una zona según decida la administración, ha precisado Herrara para apostillar que la conservación "es restringir concesiones de agua

nuevas o que alguna no se renueve. No es que tenga un coste adicional es revisar lo que se está haciendo y dar protección a otros tramos", ha remachado.

Este programa es de software libre y lo puede usar la CHE y también tiene otros usos como los espacios naturales protegidos. "La idea es que sea una planificación sistemática y lograr la eficiencia y no proteger al tun tun porque es un programa informático que trabaja una multitud de variables que un cerebro no puede".

A partir de ahora es la administración la que tiene que decidir si quiere utilizar esta herramienta y luego habría que hacer un trabajo de campo y verificar para afinarlo y ajustarlo, ha añadido.

Finalmente, ha señalado que Reservial "no aborda la sequía o el cambio climático, pero es una herramienta útil porque al centrarse en las Reservas Naturales Fluviales son ideales para comprobar el cambio climático, pero en una aplicación posterior".