Sí, últimamente vi

El Cid y

El Ratón Pérez. Me encantan las películas de dibujos animados, tengo una colección enorme, tanto clásicas como de las más modernas.

Cualquiera. Adoro los clásicos como

Cenicienta o

Bambi, aunque ahora puedan parecer un poco cursis.

Me doblé en alguna película, pero era totalmente diferente. A

Donkey Xote llegué algo asustada, porque no sabía qué me iban a pedir ni el tono que querían darle a mi personaje. Suponía que era algo cómico, pero al tratarse del Quijote quizá querían algo particular. Todo se resolvió al conocer al director, José Plaza, y al director de doblaje: sabían lo que querían y me guiaron a la perfección. Seguí el guión, un técnico lo encajaba todo... ¡y de repente el dibujo tenía mi voz!

Sólo una mañana. Una vez que me lancé, reconozco que me quedé con ganas de más.

Probablemente criticarán que una presentadora doble también una película, pero creo que no es justo porque si fuera al revés probablemente no dirían nada. Son trabajos diferentes y para nada incompatibles: puedes cocinar comida china y también hacer una tortilla de patata estupenda. Lo único que sé es que tengo mucho que aprender en ambos campos, porque aunque lleve siete años en

Gente apenas he hecho otro tipo de programas. Cualquier cosa que me ofrezcan me parece interesante, de todo se puede aprender.

Me gusta, pero no urgentemente. La televisión no me deja mucho tiempo y tampoco me llueven las ofertas, supongo que se me identifica demasiado con el programa. Además, tengo los pies en el suelo y no dejar lo que hago ahora, porque además hay excelentes actrices.

Sí, pero hace años: cuando todavía no sabía hacia dónde se dirigiría mi carrera. Luego, cuando empecé a presentar, lo dejé por una cuestión de tiempo. Sé que no soy ninguna 'super-actriz' y que tengo que mejorar en todo.

Hasta hace poco iba mucho al cine, pero me casé, me fui de viaje y además la cartelera muchas veces no estimula. Pero películas como ésta sí me gustan, y creo que el cine español mejora y cada vez es más reconocido en el extranjero.

No lo sufro mucho y, a menos que me pregunten algo muy íntimo, no tengo problemas con contestar lo que sea porque no tengo misterios. Puede llegar a molestarme que me roben fotos en casa o paseando a los perros, pero no llega a afectarme. Respecto a

Gente,

tampoco es agresivo con nadie, ni despierta odios ni deseos de venganza.

Quizá sí, aunque siempre puede esgrimirse que es lo que la gente quiere ver. Hay programas que no me gustan porque puedes hablar de la vida ajena sin meterte con nadie, pero tampoco hay que andar generalizando ni condenando. La gente los ve, es un estilo distinto, y la suerte es que haya otros canales y programas para la gente elija.