'MasterChef Celebrity 2': ¿Por qué hay cocineros del programa detrás de las cámaras?

  • '20minutos.es' ha pasado la jornada en la grabación de 'MasterChef Celebrity 2' el concurso de cocina que vuelve a La 1 este martes a las 22.05 h.
  • Tras las cámaras una legión de profesionales se encarga de hacer posible el programa, incluido un equipo de culinarios que ha dado mucho que hablar.
  • Silvia Abril, Anabel Alonso, Carlos Baute, José Corbacho, Bibiana Fernández, Patricia Montero, Pepón Nieto, Edu Soto y Usun Yoon concursan en esta edición.
  • VOTA: ¿Cuál es tu concursante de Masterchef Celebrity 2017 favorito?
Una imagen de la grabación de 'MasterChef Celebrity 2'.
Una imagen de la grabación de 'MasterChef Celebrity 2'.
TVE
Una imagen de la grabación de 'MasterChef Celebrity 2'.

Cuando uno ve MasterChef por la tele lo que se percibe es un plató limpio, donde sólo están los concursantes, los miembros del jurado y la presentadora. Algo casi íntimo. Sin embargo, justo detrás de las cámaras hay una legión de personas trabajando para que el espectador sólo tenga que preocuparse por si a su concursante favorito se le quema una salsa o se luce con un soufflé.

20minutos.es estuvo presente en una sesión de grabación de Masterchef Celebrity 2, que abre su cocina este martes a las 22.05 h en La 1. En esta nueva edición del popular concurso de cocina, en la que son famosos los que tratan de demostrar sus dotes como cocineros, participan Silvia Abril, Anabel Alonso, Carlos Baute, Juan Betancourt, Saúl Craviotto, José Corbacho, Bibiana Fernández, Patricia Montero, Pepón Nieto, Marina San José, Edu Soto y Usun Yoon.

El plató de MasterChef está en un pequeño pueblo a unos 40 kilómetros de Madrid, aunque para la careta del programa se muestre una de las fachadas del Matadero de Madrid. El ambiente rural del lugar contrasta con el diseño moderno y sofisticado de los diferentes espacios donde se graba el programa, las cocinas con la galería, el supermercado, la bodega, el restaurante...

Hoy toca grabación en plató, donde trabajarán simultáneamente unas 120 personas entre técnicos, redactores, realizadores, culinarios, auxiliares... De hecho, en MasterChef hay dos equipos completos, el dedicado a las grabaciones de plató y el de exteriores. Una jornada fuera de plató puede requerir desplazar hasta a 80 profesionales al lugar donde se vaya a llevar a cabo la prueba.

Entre las pruebas de exteriores, las de plató y las de eliminación, grabar un solo programa de MasterChef lleva una semana entera. Como en MasterChef no hay realización simultánea a la grabación, tras rodarlo todo aún se necesitarán 9 semanas más de postproducción y montaje para que se pueda emitir el concurso, en este caso la versión con famosos, que en su primera edición logró la mejor cuota media de todas las ediciones de MasterChef, con un 23,6% de cuota de pantalla. La final de MasterChef Celebrity 1 terminó con un 28,2% de cuota de pantalla y sumó 3.499.000 espectadores.

La jornada de grabación para los concursantes comienza a eso de las once de la mañana, cuando ya deben estar en sus camerinos vestidos y preparados para grabar. Es chocante que a esa hora y durante la grabación, todo el mundo se salude con un "buenas noches". No en vano, es un programa de prime-time y se emitirá por la noche.

Sin embargo, la jornada ha comenzado mucho antes. En una cocina aledaña al plató un grupo de cocineros profesionales lleva ya horas trabajando para elaborar los platos que después tendrán que repetir los concursantes y que servirán de muestra cuando los miembros del jurado les encarguen la tarea.

Si Pepe Rodríguez levanta una campana en la mesa del jurado y debajo hay un guiso que deben reproducir los concursantes, esa muestra la habrán hecho antes éstos culinarios auxiliares, muchos de ellos profesionales de primer nivel.

El papel de estos culinarios ha sido muy discutido y en torno a su figura se ha montado más de una polémica, pero su presencia parece estar justificada. En primer lugar ellos se ocupan de supervisar que al comienzo de una prueba todo está listo: ingredientes, estado de las cocinas, aparatos, menaje... Si durante la prueba hay que cocinar con el horno, ellos se encargarán de éstos estén ya precalentados antes de la voz de "estamos grabando".

Durante la grabación su papel no es menos importante. Los culinarios ejercen una doble función: por un lado supervisan la seguridad en las cocinas, pues no hay que olvidar que los famosos que están cocinando no son profesionales y se trabaja con altas temperaturas, aceites hirviendo, utensilios cortantes... Por otro lado, los culinarios, que no pierden de vista un segundo las cocinas, son los asesores de los redactores del programa y el enlace entre los concursantes y los miembros del jurado.

¿Un concursante no consigue que una salsa le espese o un bizcocho suba? Los culinarios saben por qué, lo están viendo in situ, así que informan de lo que está pasando y de los detalles técnicos a los redactores (aunque la mayoría están ya muy versados en cocina) y de los detalles del fallo, o dado el caso, de los aciertos de los aspirantes. Así después el programa podrá explicarlo, por ejemplo, con un rótulo que diga "Fulanito se olvida de echar la levadura" o podrán preguntarle por el particular en las entrevistas personales que se les hacen a los concursantes a posteriori.

A pesar de que Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera, los miembros del jurado, están presentes durante toda la grabación de las pruebas, no pueden estar encima de cada detalle de los que están cocinando, así que estos culinarios también ejercen como ojos y oídos de los jueces.

Los culinarios no son los únicos que hacen un trabajo invisible. También hay un equipo de arte y atrezo que repasa y reetiqueta uno por uno todos los productos e ingredientes que se usan en el programa para que en pantalla no pueda verse ninguna marca comercial.

En MasterChef Celebrity los concursantes no se juegan nada más allá de su amor propio, así que por lo general el ambiente es más relajado que en la edición con anónimos, que sí optan a un premio en metálico y a tener una carrera profesional después. Cabe destacar que en torno al 85% de los concursantes que pasan por MasterChef acaban dedicándose profesionalmente a la cocina.

Los famosos de MasterChef Celebrity compiten por un premio de 75.000 euros que será donado a la entidad benéfica u ONG que ellos mismos elijan. Aún así, es fácil ver el agobio y la tensión que se crea en el plató y entre los concursantes mientras pasa el tiempo y se acerca el momento. Y a pesar de que el equipo de MasterChef está ya fogueado por muchas ediciones, se puede notar también en ellos el agobio cuando un concursante se las ve canutas, cosa que ocurre durante la visita de 20minutos.es. No daremos más detalles para no reventar el suspense.

La experiencia de los concursantes

La forma en la que los famosos se enfrentan a los fogones, o a las vitrocerámicas si somos justos, es tan variada como sus personalidades. Antes de grabar vemos a José Corbacho y Anabel Alonso bromeando con Silvia Abril. Un poco más allá está Patricia Montero visiblemente nerviosa y Edu Soto más tranquilo, por poner algunos ejemplos. Ninguno es un absoluto novato en la cocina, pues todos pasan una prueba de aptitud antes de iniciarse las grabaciones para asegurar que al menos saben defenderse cocinando.

Los concursantes reciben clases de cocina dos veces a la semana y en éstas aprenden desde técnicas básicas de cocina (salsas, uso del horno y otros aparatos, cocinado al vacío...) hasta a cocinar platos concretos. Algunas de las recetas que harán en las pruebas posteriores pueden haberlas hecho en las clases, aunque ellos nunca saben si eso ocurrirá, ni cuando. Podrían tener una clase sobre cocina asiática hoy y tres semanas después tener que cocinar ramen, por ejemplo.

El tiempo durante el que cocinan los concursantes es escrupulosamente el que se puede ver en pantalla. Y eso, a pesar de que entender el mítico reloj del plató, un aparato de manecillas que van marcha atrás, no es moco de pavo.

Mientras los concursantes se afanan en hacer un plato que no les merezca los comentarios mordaces del jurado, les observan desde un lateral decenas de personas y les vigilan de cerca las 9 cámaras autónomas, las dos robotizadas y la grúa que se emplean para registrar las imágenes. Cocinar mientras una cámara te enfoca a pocos centímetros merece un reconocimiento. José Corbacho, por ejemplo, permanece absorto en su cocina, mientras Anabel Alonso es más dada a charlar con la cámara.

La organización del programa es cuidadosa a la hora de garantizar la limpieza del concurso. Los aspirantes permanecen aislados mientras el plató se prepara y se les obliga a abandonarlo cada vez que hay que hacer cambios en el mismo o van a ocurrir cosas que podrían darles pistas sobre lo que van a cocinar.

Después de cocinar llega la hora de la cata. Pero no es tan rápida ni fluida como vemos en pantalla. La mayor parte de las veces los jueces prueban los platos justo después del cocinado, para que sea una cata justa y los platos no se enfríen o sequen, dado el caso: lo probarán tal cual se haya terminado. Ya por la tarde se llevará a cabo la grabación de las valoraciones del jurado, que incluyen una segunda cata, la que se verá en pantalla, para la que los jueces ya tendrán claras las fortalezas y debilidades de cada plato y habrán podido fundamentar su opinión.

Después llegará la decisión fundamental: quién abandona el programa. Una cuestión para la que Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera tienen "absoluta autonomía a la hora de decidir", según aseguran fuentes del programa.

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