Su autor, Lewis Carroll, no llegó tan lejos al imaginarse una Alicia en estado catatónico y recluida entre las paredes acolchadas de un psiquiátrico, hasta que el gato Cheshire acude en su ayuda para liberar el País de las Maravillas de la tiranía de la Reina de Corazones.

En cambio, el videojuego American McGee's, Alice, sí. Desarrollado por Rogue Entertainment y editado por Electronic Arts, se trasladará el año próximo al cine contando con Sarah Michelle Gellar. El encargado de ponerse tras las cámaras será Marcus Nispel , director de El guía del desfiladero o la nueva versión de 2004 de La matanza de Texas.

Una heroína oscura

El contenido del videojuego en tercera persona se inspira tanto en Alicia en el país de las maravillas como en A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, la secuela que escribió el mismo Lewis Carroll. Pero tanto su estética, como sus personajes son mucho más tétricos y dementes. Todo ello, aliñado con abundantes dosis de sangre y humor ácido.

El relato empieza con una Alicia encerrada en un centro para enfermos mentales por el trauma que le supuso la muerte de sus padres a causa del incendio de su casa. Y allí permanece en estado comatoso hasta que el gato Cheshire la visita con la intención de que salve su fabuloso mundo, de pesadilla o ensueño, en el que habitan personajes como el conejo blanco, el sombrero loco o Tweedledum y Tweedledde.

Sarah, o Maggie, en el país de las pesadillas

Una de las actrices en las que se pensó inicialmente para encarnar a esta particular heroína, poco infantil y más sangrienta, fue Natalie Portman.

Pero la elección está ahora entre la protagonista de Buffy, la cazavampiros (foto derecha), que parece haber declinado el proyecto, o Maggie Grace (foto de abajo), conocida por interpretar a Shannon en la teleserie Perdidos.

Más segura parece la participación de la veterana Jean Marsh, que se hizo célebre por la teleserie británica Arriba y abajo, o vista en cine, por ejemplo, en Willow, será la malvada Reina de Corazones.

El guión lo firmarán Jon y Erich Hoeber (Montana); y el rodaje, con un presupuesto de unos 60 millones de dólares, podría empezar en verano de 2008.

Por su parte, Tim Burton también tiene previsto hacer su adaptación para la Disney del clásico de Lewis Carroll, en 3D.